Mañana, viernes 21 de junio estará disponible la segunda temporada de “Dark”, la serie alemana de Netflix creada y dirigida por el cineasta suizo Baran Bo Odar. Una historia que se presentó sin mayores expectativas y que poco a poco se convirtió en un bombazo, pues el público del planeta entero cayeron (o más bien caímos) rendidos ante la tenebrosa historia, pero además en la belleza que la enmarca y las hábiles actuaciones que nos permiten observar que para el drama y el suspenso, el ‘timing’ también es de vital importancia; sin olvidar la bella selección de canciones que se hizo para la banda sonora que entre otras canciones, incluye la rolota llamada “Familiar” de la cantautora danesa Agnes Obel.
Los ejecutivos de Netflix han mencionado que es una especie de “Stranger Things” con un contexto más serio, comentario que no agradó a sus creadores y al público en general. Definitivamente, el ‘thriller’ alemán tiene algunas similitudes con la creada por los hermanos Duffer, sin embargo, uno de los elementos más cautivadores de la emisión europea es que contiene más abecés de ciencia que de fantasía. Ambas series inician con la desaparición de un niño habitante de un poblado sumido entre el bosque y donde acontecen situaciones paranormales, en este caso Winden, un lugar ficticio enmarcado con una planta nuclear que provee energía y que se vuelve una pieza medular para la trama. Uno de los grandes dramas vividos en “Dark” es precisamente el constante peligro que representa la mencionada edificación; incluso se mencionan el incendio de Schweizerhalle y el accidente nuclear de Chernóbil; sin equivocarme, eso da una especie de testimonio sólido a la ficción.
Otro elemento seductor de “Dark” es sin lugar a dudas los viajes en el tiempo. Y aunque sabemos que tal cosa no existe, la historia nos brinda explicaciones contundentes para generarnos la duda y pensar que puede ser posible. Primero, porque nos menciona que justamente el tiempo, se conecta cada 33 años, por ello, los acontecimientos se ubican en 2019, 1986 y 1953; cada 33 años, es cuando coinciden el ciclo lunar con el solar que han comprobado los astrónomos. Segundo, porque la máquina del tiempo se encuentra inspirada en el prototipo que presenta la cinta “La máquina del tiempo” dirigida por Simon Wells y tercero, porque la teoría sobre los viajes en el tiempo en la que se basa la serie, es la que propuso el astrofísico Stephen Hawking; ¿a poco no el argumento es infalible?
El número 33 se convierte también en una especie de clave para la serie y eso enmarca a un personaje en particular. El protagonista llamado Jonas en su versión adulta (Andreas Pietschmann) se comenta a sí mismo, es decir, a Jonas en su versión adolescente (Louis Hofmann) que a la edad de 33 años, comenzará el reino del anticristo; la escena posterior es donde se encuentra un personaje vestido de sacerdote católico: Noah (Mark Waschke), parado afuera de una iglesia en una de las tomas más perturbadoras del drama. Y ya que hablamos de Noah, ese personaje está basado directamente en la descripción del anticristo que viene en el Nuevo Testamento, específicamente en la epístola de Juan. Así es, la referencia es escalofriante.
La maestría en la creación de “Dark” no nada más es lo que se basa en la ciencia, sino que también combina con esos elementos, algunos símbolos de la alquimia, por ejemplo la llamada “Tabla esmeralda” o “Tabula smaragdina” cuya imagen aparece tatuada en la espalda de Noah. Ese escrito contiene en breves líneas, parte de la clave para alcanzar algo llamado la Gran Obra, que derivaría en la perfección que al conocer la psicología del personaje, sabemos que es algo que el misterioso sacerdote busca. Cabe aclarar que al momento de que la serie avanza, nos vamos dando cuenta que también este personaje (Noah) tiene algunas similitudes con Hitler, pero la serie al ser producción alemana, nunca nos dan esa referencia de manera clara por el mismo respeto hacia su población y la vergüenza que se sabe, sienten los alemanes hacia el infame dictador.
“Dark” se vuelve una serie no solo bella en su estética, también en la forma tan detallada en que están escritos todos los personajes y ese es otro elemento que se vuelve particularmente cardinal de entender. La historia cuenta con más personajes de lo común, lo que obliga al espectador a no solo poner atención en los acontecimientos, sino en la relación que cada uno de ellos guarda con todos, pues en algún momento, cada figura se volverá una pieza clave para la ficción. Los personajes fueron un componente también muy complejo para los escritores, se sabe que de hecho, así comenzaron a escribir el guión; abordaron en un primer momento cada uno de los personajes y después la analogía que llevarían para enriquecer la trama; ya estructurados, unieron la historia y salió lo que vimos en pantalla. Fue un trabajo que sin temor a equivocarme, debió ser minucioso y apasionante. Por ello, la serie tiene una estructura atípica con respecto al común de las emisiones, puesto que cada capítulo nos presenta por lo menos seis actos escénicos, mientras que lo habitual es que incluso las películas, contengan cuando más tres.
Las referencias no se hacen esperar también en esta emisión que está llena de detalles. Vemos elementos de la cultura pop de la década de los ochentas como el video de la popular banda alemana Nena, el chocolate que en la actualidad de llama “Twix” y que hasta 1991 se llamó “Raider”, los autos y la tecnología; pero un detalle que muy pocos han notado es la referencia que la serie guarda con el mito de “Teseo y el Minotauro”. ¿Sorprendidos? Pues permítanme explicar: en el episodio 1×06, vemos la representación de una obra escolar donde actúa Martha (Lisa Vicari) y que es justamente esa fábula; en ella podemos observar el personaje de Martha entrega un hilo rojo a quien interpreta a Teseo para que pueda salir del laberinto. Ya en la trama de la serie, vemos como Jonas del futuro, se deja a sí mismo algunos artefactos para que penetre en la misteriosa cueva que se asemeja a un laberinto, entre ellos, una madeja de estambre rojo para no perder la salida… ¡a que esa no se la sabían!
Hace unos días, Netflix y Baran Bo Odar anunciaron que “Dark” tendrá tres temporadas y que en breve, se comenzará a filmar la tercera y última. No está por demás mencionarles queridos lectores que esta serie es una de las más grandiosas producciones que ha hecho la plataforma y que tuvo en diciembre de 2017, a todo el planeta enloquecido cuando se estrenó. El tiempo de filmación fue mucho y eso se debió a la minuciosa producción según su creador, pero asegura que los resultados valen mucho la pena. Si no te has asomado a ver “Dark”, créeme que no te vas a arrepentir. Eso nos recuerda que la manufactura alemana en cualquier ámbito no solo es funcional, sino además, algo sumamente bello. Este fin de semana, ya tenemos pretexto para “maratonear” y seguir con el planteamiento que nos taladra la cabeza: “la pregunta no es dónde, sino cuándo”…