El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha pervertido la participación ciudadana. Lo ha hecho a través de la convalidación del uso faccioso de los recursos públicos y la compra masiva de votos; legitimando un esquema supuestamente democrático donde el elector se ve convertido en cliente y donde las conciencias son compradas, señaló el senador de Oaxaca, Benjamín Robles Montoya, ante la validación de la elección presidencial.
“La decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de declarar infundado el recurso presentado por el Movimiento Progresista para invalidar la elección presidencial, significa un artero golpe a nuestro germinal orden democrático. Un golpe que cimbra los cimientos mismos sobre los cuales hemos tratado de erigir nuestra propia convivencia civilizada, como nación y como democracia”, asentó el congresista.
Ante la evidente crisis democrática que atravesamos con la resolución de TEPJF sobre la elección presidencial, no queda más que refrendar el inquebrantable espíritu republicano y democrático del Grupo Parlamentario del PRD, quien transitará por la vía institucional porque sólo de esa manera se podrá garantizar el cambio verdadero que quiere México, asentó previo a la sesión del Congreso General para la apertura del Primer Periodo de Sesiones Ordinarias de la LXII Legislatura Federal a realizarse este sábado.
Al respecto manifestó: “Aferrarse a una simulación democrática, donde los elementos sustantivos de la democracia sean escamoteados en pro de un esquema clientelar, donde las prebendas, el desvío de recursos y el dinero en general inclinen la ‘voluntad’ de la ciudadana hacia un partido, no está en nuestro panorama. Combatiremos de manera franca y resuelta la inoperancia de nuestro sistema electoral, lo haremos con responsabilidad y honrando la alta responsabilidad que nos ha conferido nuestro electorado”.
Esta decisión, dijo, marca la victoria del dinero sobre las ideas, privilegiando la simulación y consintiendo una flagrante violación a la normatividad electoral. Si desde hace semanas los Magistrados venían anunciando, con absoluta desfachatez, su clara intención de validar la elección, haciendo caso omiso a las graves y evidentes irregularidades que marcaron el actual proceso electoral; ahora, con abyecta unanimidad, queda confirmado el imperio de la impunidad.
El congresista cuestionó los razonamientos del TEPJF cuando menciona que “hay pruebas que no son pruebas”, con lo que queda registrada la proverbial ineficacia de la Unidad de Fiscalización del IFE y el ignominioso papel de la FEPADE.
“Nueve mil tarjetas Monex presentadas por el Movimiento Progresista no bastan para demostrar el uso de recursos ilícitos, ya que según los magistrados, en el colmo del cinismo dicen que ‘si bien existen posicionamientos del PRI de reconocer que utilizó algunas tarjetas, no así la finalidad ilícita alegada por la coalición’. Esto es verdaderamente inaudito e indignante; sin pudor alguno este Tribunal niega la validez de las pruebas porque no existe una aceptación de culpabilidad por parte de la parte acusada”, reprochó Robles Montoya.
Expuso que no se puede entender la representatividad política sin la participación ciudadana, la primera emanando de la segunda y ambas dándole cuerpo a la democracia; asumiendo además que toda toma de decisiones colectivas debe encontrar su fundamento en estos dos elementos consustanciales.
Asimismo, precisó que negar que las encuestas electorales influyen en la intención de voto es cobarde y estúpido. Tan influyen que el candidato del PRI las usó en sus spots de campaña; tan influyen que fueron muchos los medios que, maliciosamente, daban a un claro ganador antes incluso del inicio de la campaña. Estos instrumentos fungieron como parte de una estrategia de posicionamiento político; tácticas de mercadotecnia para fortalecer a un candidato. Pero para el Tribunal, recalcitrante y omiso, si hubo equidad en la contienda.
