¡Cuiden al Presidente Biden o le matarán como a Kennedy!: Alfredo Martínez de Aguilar

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* Sin pecar de alarmistas ni menos de tremendistas, por el magnicidio del primer presidente católico de

Estados Unidos no es descartable un atentado contra el segundo presidente católico Joe Biden.
* Tras la toma por asalto del Capitolio y la destrucción de sus instalaciones las diferentes agencias de seguridad nacional no descartan el riesgo de un atentado a Joe Biden, hoy, en su toma de posesión.

 

Sin el menor dejo de soberbia, pero sí de profunda satisfacción personal a nivel profesional, el tiempo nos dio la razón al adelantar en nuestra entrega del 2 de noviembre el triunfo del Tío Joe Biden. 

Dijimos que “la visita a Oaxaca del Embajador de Estados Unidos en México Christopher Landau y su esposa Caroline revestía gran trascendencia, dada la  singular coyuntura continental que vive México”.

“Menester era buscar dar luces sobre su importancia bajo el paradigma Más Oaxaca en el mundo y más del mundo en Oaxaca, merced a la sensibilidad y visión global del Gobernador Alejandro Murat”.

“A ello se suman de manera preponderante las razones geopolíticas por las amplias posibilidades de triunfo del candidato presidencial demócrata Joe Biden ante al presidente republicano Donald Trump”.

“La visita del embajador Landau, se explica y justifica a la luz del interés geopolítico estratégico de Estados Unidos en las obras del Corredor Multimodal Interoceánico en la región del Istmo mexicano”. 

“Lo entendamos o no, el “establishment” que controla desde las sombras al gobierno de EU al margen del partido triunfante, tiene como pieza clave en la guerra contra China a la zona del Istmo mexicano”.

“De hacerse realidad el escenario del triunfo de Joe Biden en el futuro inmediato, es decir, en cuestión de unas horas más, se entendería con diáfana claridad el móvil de la visita de Christopher Landau”.

“El diplomático estadounidense no ignora que Murat es el Gobernador consentido del Presidente y que jugará en las grandes ligas nacionales para construir su candidatura a la Presidencia. Vino a votar por él”.

Sin pecar de alarmistas ni menos de tremendistas, por el magnicidio del primer presidente católico de

Estados Unidos no es descartable un atentado contra el segundo presidente católico Joe Biden.

Este no es, de ninguna manera, un comentario irresponsable, por el contrario, es resultado del análisis de elementos de juicio objetivos, conocidos de todos, en un ejercicio de creación de escenarios futuros.

Al margen de filias y fobias, sin apasionamiento alguno, con la cabeza fría, la prospectiva permite vislumbrar posibles acontecimientos por venir, como resultado de la realidad política existente.

Ningún candidato en la historia de la Unión Americana ni siquiera se atrevió a pensar seguramente en desconocer el resultado de las elecciones presidenciales e impugnar el triunfo de su adversario.  

El autócrata populista republicano Donald Trump polarizó con mucha antelación a la nación al realizar una permanente campaña de descalificación del proceso y la jornada electoral denunciando fraude. 

Incluso, incitó a la insurrección a sus seguidores y a tomar armados por asalto las instalaciones del Capitolio en Washington, además de presionar al vicepresidente Pence a desconocer los resultados 

Al mejor estilo de las elecciones mexicanas el populista Donald Trump judicializó los resultados electorales en los estados que más votos aportan para intentar fallidamente revertir el triunfo de Biden.

Después de la toma por asalto del Capitolio y la destrucción de sus instalaciones las diferentes agencias de seguridad nacional no descartan el riesgo de un atentado a Joe Biden, hoy, en su toma de posesión.

No sólo se han visto obligadas a blindar los alrededores del Capitolio, sino especialmente la explanada en la que jurará el poder el presidente electo, y retiraron a 12 elementos de la Guardia Nacional.  

Sin ser simplista ni menos simplona, la razón es muy simple y sencilla: Joe Biden pone fin al histórico monopolio protestante sobre la Casa Blanca y sobre la respetabilidad convencional de clase media.

Los propios católicos sabían que el triunfo de John F. Kennedy no se daría fácilmente. Enfrentaron un amplio esfuerzo que buscaba socavar las probabilidades de Kennedy como resultado de su fe religiosa.

En las “campañas negras” circulaban panfletos que pretendían sembrar el terror advirtiendo de una potencial “milicia católica” y de la inminente conversión de todas las escuelas públicas a católicas.

John F. Kennedy ganó. Y ese éxito allanó el camino para la indiferencia e incluso oposición activa de los católicos de raza blanca a la elección del segundo presidente católico de Estados Unidos, Joe Biden.

Kennedy desafió el prejuicio ideológico contra los católicos. Hay que recordar que la república estadounidense se fundó sobre las ideas de pensadores liberales que veían con recelo a los católicos.

Otro factor que puede incidir o detonar el posible magnicidio del presidente Joe Biden son las razones geopolíticas estratégicas globales en el marco de la guerra comercial de Estados Unidos con China.

La ascendencia asiática de la vicepresidenta Kamala Harris fortalecería las relaciones con China y está en una posición privilegiada para ganar la nominación a la presidencia republicana en cuatro años. Al tiempo.

 

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila