El juez federal décimo primero en materia civil del Distrito Federal, Felipe Consuelo Soto, otorgó a Mexicana de Aviación más de 30 medidas cautelares que permitirán a la empresa continuar con sus operaciones hasta que se verifique su situación financiera, sin el riesgo de embargo sobre sus aeronaves o sus acreedores puedan emprender medidas legales en su contra.
Además, el juez decidió que el gobierno no podrá retirarle la concesión que le dio en el año 2000, pero sus cuentas bancarias quedaron congeladas.
De acuerdo con el expediente 432/2010, el juez emitió 32 medidas precautorias que evitarán que se emprendan acciones legales contra la empresa, por el incumplimiento de obligaciones contraídas con 83 acreedores que exigen el pago de adeudos.
La decisión del juzgador será notificada a los acreedores, una larga lista entre las que están compañías arrendadoras de aviones como Engine Lease Finance, así cómo American Express y HSBC, además de autoridades aeronáuticas.
A fin de garantizar los créditos que recibió la empresa, por mil 572 millones de pesos, en el caso de Banorte, y 992 millones de pesos, por parte de Bancomext, el juez ordenó también congelar los pasivos y cuentas bancarias de la aerolínea.
Con esta disposición, la compañía no podrá realizar trasferencia de recursos a los bancos Inter National Bank, Banorte y Bancomext, ya que estos tienen el derecho legal de cobrar los pagos recibidos por Mexicana de Aviación por servicios liquidados con tarjetas de crédito.
La decisión de Consuelo Soto inicia un procedimiento en el que en un plazo de tres días hábiles se deberá elegir a un visitador —designado por el Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles—, quien coordinará la revisión financiera de la empresa para coadyuvar al juez.
Al respecto, Antonio Silva, presidente honorario del Instituto Iberoamericano de Derecho Concursal, explicó que ante las condiciones de crisis económica que enfrenta CMA, su solicitud debió ser dirigida directamente a la bancarrota, no obstante, al depender de ella una gran cantidad de empleados, se buscará dar viabilidad mediante la conciliación.
Después de la evaluación por 20 días del visitador, Mexicana contará con un periodo de 185 días en el que debe llegar a un acuerdo con sus acreedores y trabajadores, si en ese lapso no lo logra, tendrá dos prórrogas de 90 días cada una, para un total de 365 días.
De irse a la bancarrota se tienen dos opciones; la primera de ellas buscaría maximizar la aerolínea a fin de venderla con el valor más alto posible, ante lo cual, el contrato colectivo quedaría con sobre cargos y pilotos perdería se cancelaría y los trabajadores podrían entrar en una etapa de recontratación con un patrón sustituto.
La segunda opción tiene que ver con desmantelar Mexicana para vender sus activos al mejor postor, esto con el objetivo de poder pagar sus deudas con los acreedores.
Somos imparciales: SCT
••• La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se pronunció imparcial ante la situación de crisis que enfrenta la Compañía Mexicana de Aviación (CMA), y afirma que a pesar de ello mantendrá la seguridad operacional del sector aeronáutico con el objetivo de ofrecer certidumbre jurídica y equidad a las compañías que participan en el sector.
“La Secretaría mantendrá una política aeronáutica de piso parejo para todos los concesionarios de esta industria e impulsar así su desarrollo y las mejores condiciones de mercado en beneficio de todos los usuarios”, señaló la dependencia mediante un comunicado de prensa.
Sostuvo que desde el inicio de esta situación, Juan Francisco Molinar Horcasitas, titular de la dependencia, ha logrado reunirse con las partes involucradas a fin de acercar las posiciones, generar espacios de conciliación, así como generar acuerdos que permitan dar de nuevo viabilidad económica a la compañía.
“La SCT reafirma a los pasajeros y usuarios nacionales y extranjeros que es seguro viajar por todas las líneas aéreas mexicanas actualmente en operación”.
Milenio