Cuba y Venezuela repiten en la “lista negra” de derechos humanos

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cubaSer incluido en la llamada “lista negra” de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no constituye, precisamente, un honor. Repetir de nuevo, como ocurre este año con Cuba y Venezuela, ya supone una alarma importante.

Se trata del conjunto de países que, a juzgar por su actuación en materia de derechos humanos, presentan muchos pasivos y merecen una “atención especial” por parte de este organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington.

En el informe correspondiente a la evaluación de los Estados en 2015, Guatemala entra capítulo IV, conocido como la “lista negra”, desplazando a Honduras, que figuró el año anterior.

En su sitio digital, la CIDH explica que estos informes se basan en información de público conocimiento, y “son enviados a los Estados involucrados para que tengan la oportunidad de responder y aportar información adicional”.

Cuba: sin avances en libertades

Con relación a Cuba, la CIDH criticó “las persistentes restricciones a los derechos políticos, de asociación, a la libertad de expresión y de difusión del pensamiento, la falta de independencia del poder judicial y las restricciones a la libertad de movimiento”.

Todo ello, según el organismo panamericano, continúa limitando “de manera sistemática” los derechos humanos de los habitantes en Cuba.

“A lo anterior, se suma el incremento en las represiones severas y restricciones a defensores y defensoras de derechos humanos, personas disidentes y periodistas independientes a la línea oficial”, apuntó.

La CIDH también conoció situaciones de discriminación y violencia respecto de personas LGTBI, además de contextos de exclusión que perjudican a la población afrodescendiente.

Venezuela: justicia en entredicho

Respecto a Venezuela, el organismo lamentó “la provisionalidad de los jueces y fiscales”, que conlleva “la fragilidad del Poder Judicial y a su falta de independencia e imparcialidad”.

La comisión consideró que esta “falla estructural” impacta de manera negativa en el ejercicio del derecho de acceso a la justicia y el debido proceso, por lo que constituye “uno de los puntos más débiles de la democracia venezolana”.

La falta de independencia y autonomía del Poder Judicial frente al poder político es, para la CIDH, “uno de los puntos de mayor fragilidad” y se mostró preocupada por “la utilización del poder punitivo del Estado para hostigar y estigmatizar a los defensores de derechos humanos y periodistas”.

Guatemala: déficit democrático

Finalmente, con relación a Guatemala, que este año tomó el relevo a Honduras, la CIDH consideró que la situación de derechos humanos en el país presenta, entre otros factores, “situaciones estructurales en materia de justicia, seguridad ciudadana, marginación y discriminación que afectan seriamente el disfrute de los derechos humanos”.

La organización destacó “la necesidad” en Guatemala de “una administración de justicia eficiente, independiente y autónoma para el fortalecimiento de la democracia y la vigencia del Estado de Derecho”.

“Un Poder Judicial que reúne tales características pone límites a los abusos de autoridad y es garante de la legalidad y la protección de los derechos de todas las personas”, apuntó la CIDH en su informe anual.

En el caso de México, que no está en la “lista negra”, la comisión destaca la “crisis de violencia y de seguridad” que azota al país hace muchos años, derivada de la lucha contra y entre los carteles de la droga, con el añadido de las ejecuciones extrajudiciales y la situación difícil para el ejercicio del periodismo y los activistas de derechos humanos, pero valora las medidas que ha asumido el Estado para hacer frente a las situaciones planteadas en el informe.

Agencias