En la apertura del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC, único) que inició ayer, el presidente Raúl Castro informó que en los próximos años se llevará a cabo una reforma constitucional para incluir cambios del plan de “actualización” socialista, pero sin alterar el “carácter irrevocable” de su actual sistema político y social.
El mandatario indicó que ese proceso de reforma previamente deberá ser aprobado por la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), para el que prevé una “amplia participación popular” incluido un referéndum.
“Considerando las importantes transformaciones asociadas a la actualización del modelo económico y social y su conceptualización, en la Constitución hay que reflejar todo eso que vamos haciendo, discutir con la población y votarlo”, señaló.
LíMITES. En otro momento de su mensaje, Castro comunicó que se fijará un límite de 60 años como edad máxima para ingresar al Comité Central del PCC y de 70 para desempeñar puestos de dirección en la organización.
Asimismo, reafirmó ante la militancia del PCC la necesidad de favorecer la “convivencia civilizada” con EU para lograr la normalización de relaciones, tras el “deshielo” entre ambas naciones.
ACERCAMIENTO. “Es largo y complejo el camino hacia la normalización de los vínculos bilaterales y avanzaremos en la medida que seamos capaces de poner en práctica el arte de la convivencia civilizada, o lo que es lo mismo, la necesidad de aceptar las diferencias, que son y serán numerosas y profundas”, dijo Castro.
Sobre el caso, dijo que pese al a cercamiento con EU no se abrirán al capitalismo y nunca seguirá “fórmulas de privatización” ni aplicará “terapias de choque” en el sistema económico. Y destacó que ese tipo de mecanismos son frecuentemente aplicados “en detrimento de las clases más humildes de la sociedad”.
El gobernante, quien dejará el poder en 2018, volvió a insistir en el lastre que supone para la isla el embargo estadunidense vigente desde 1962, pese a la reconciliación política con Washington y el levantamiento de algunas restricciones por parte del presidente Barack Obama.
Agencias