Con un tapete de flores enmarcado por un sin número de veladoras, bajo el aromático incienso y una foto del extinto Lorenzo Sampablo Cervantes en la cabecera; su conyugue, Petra González Garnica y el pequeño Andrés, exigen por cuarto año justicia.
Una lona libra las gotas de lluvia que se han dejado sentir en las primeras horas del domingo, los paseantes en el zócalo de la ciudad de Oaxaca ven con asombro la singular protesta que se prepara para conmemorar el cuarto aniversario luctuoso del simpatizante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), quien cayera víctima de las balas de un grupo paramilitar en el conflicto del 2006 a las afueras de la radiodifusora La Ley 710.
Petra González dice con voz entre cortada que este ha sido un caso lamentable que ha causado a la familia mucho daño, y al igual como fue en 2006, siguen exigiendo justicia al gobierno de Ulises Ernesto Ruiz Ortiz, porque su esperanza que ha puesto en la lucha del pueblo de Oaxaca le llevará a conseguirla.
Aun cuando el expediente ha pasado “a reserva”, no pierden la fe para que estos hechos se esclarezcan, como también se ha exigido en la muerte de los 26 caídos en el conflicto popular del 2006, que enlutó hogares y causó trastorno económico en sus familias.
