La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se someterá a una operación quirúrgica el próximo 4 de enero tras habérsele detectado cáncer en la tiroides.
Según informó de manera sorpresiva en la noche del martes el vocero de la mandataria, Alfredo Scoccimaro, “como resultado de controles médicos rutinarios a los que se sometió la presidenta, Cristina Fernández, el pasado 22 de diciembre se detectó la existencia de un carcinoma papilar en el lóbulo derecho de su glándula tiroides”.
El portavoz, sin embargo, se encargó de aclarar que “se constató la ausencia de compromiso de los ganglios linfáticos y la inexistencia de metástasis. Se concluye que la localización de la enfermedad está circunscripta en la mencionada glándula”.
Según señalaron varios especialistas médicos a medios de comunicación locales, la patología no es terminal y es considerada curable.
Fernández de Kirchner, de 58 años, se une ahora a la lista de mandatarios latinoamericanos que se han enfrentado al cáncer recientemente.
Así le sucedió al presidente de Paraguay, Fernando Lugo, quien en 2010 anunció que padecía cáncer linfático, y al mandatario venezolano Hugo Chávez, cuyo tipo específico de cáncer aún se desconoce.
También lo sufrieron la presidenta brasileña Dilma Rouseff (antes de llegar al poder) y el exmandatario de ese país Luiz Inácio Lula da Silva, después de dejar el cargo.
De acuerdo a la información de la Casa Rosada, la presidenta argentina permanecerá internada en la clínica durante unas 72 horas y se tomará una licencia médica de 20 días.
Hasta el 24 de enero, Argentina será presidida por el vicepresidente Amado Boudou.
¿Secuelas políticas?
Para Roberto Bacman, analista político y director de la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), mientras la presidenta esté de licencia, “el esquema de poder estará controlado por su grupo selecto y de pequeño tamaño”.
“Ella estará un mes sin asumir funciones y el poder seguirá igual. Es temprano para hablar de otros escenarios”, señaló.
No obstante, “el vicepresidente (Amado Boudou) asumirá la presidencia y hay que ver hasta donde puede crecer su figura”, comentó Bacman.
Ante la imposibilidad de Fernández de Kirchner de ser reelegida nuevamente, la sucesión ha sido considerada uno de los principales retos del kirchnerismo para este período.
De hecho, Boudou fue una de las figuras señaladas como posible sucesor dentro de cuatro años, pese a que a algunos les sorprendió su elección como compañero de fórmula presidencial que se anunció públicamente muy cerca de la fecha de votación.
El ahora vicepresidente fue designado por la mandataria como precandidato a la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, pero en los sondeos de opinión su aceptación se vio rezagada por detrás de los otros dos competidores del oficialismo, lo que llevó a su retiro.
En semanas recientes, algunos medios sugirieron que había algunos roces entre Boudou y la mandataria -por el manejo de la economía y las nuevas medidas cambiarias-, algo que ha sido descartado por partidarios del oficialismo.
Al contrario que el anterior vicepresidente que tuvo Cristina Fernández, que quedó tachado de “traidor” durante la crisis que hubo entre el gobierno y sectores agropecuarios en 2008, “Boudou es una persona muy cercana y muy leal”, asegura Bacman, que es partidario del kirchnerismo.
“Ahora en esta primera etapa (Boudou) ejercerá toda su lealtad. Fue para lo que fue elegido”, agregó.
Continuidad
Fernández de Kirchner mantendrá su agenda presidencial hasta la operación, según señaló su portavoz.
Este miércoles tiene previsto un acto oficial por la mañana y entregará insignias militares por la tarde.
Es decir, tratará de mantener la rutina, sólo que ahora con el ojo público concentrado en su salud.
La venidera cirugía se efectuará en el Hospital Austral de Buenos Aires.
“La operación estará a cargo del Dr. Pedro Sacco y su equipo. El mencionado profesional se desempeña como Jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Austral y como Jefe del Servicio de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología ‘Dr. Ángel Roffo’ de la Universidad de Buenos Aires”, señaló Scoccimaro.
Durante la reciente campaña presidencial, en la que obtuvo la clic reelección con más del 50% de los votos el 23 de octubre, hubo algunos cuestionamientos sobre la salud de la mandataria.
De hecho, por un cuadro de hipotensión, la presidenta argentina canceló dos viajes al exterior, generando algunas especulaciones sobre su fortaleza física para un nuevo período de gobierno.
No obstante, dichos inconvenientes de salud no guardan relación directa con el diagnóstico actual de cáncer de tiroides.
ABC
