* No es casual, salvo prueba en contrario, que la crisis de la basura en la capital oaxaqueña y los 24 restantes municipios de la zona metropolitana estalle en medio del vacío político, de hecho, del impasse gubernamental.
* No importó al alcalde de Zaachila golpear la línea de flotación de sus correligionarios, como Francisco Martínez Neri, así como al Gobernador electo de Morena, Salomón Jara y al priista saliente Alejandro Murat.
A querer o no, nos guste o no, la terca realidad finalmente termina por imponerse. En la vida en general no hay casualidades, sino causalidades, es decir, desenlaces a veces fatales, causa-efecto.
Esta dinámica social cobra mayor virulencia y relevancia en la política, como la continuación de la guerra por otros medios aparentemente civilizados, pero al final con saldo de muertos y heridos.
En consecuencia, a nuestro leal saber y entender, la crisis metropolitana de la basura es una genial cuanto perversa maniobra política, en una especie de carambola de varias bandas mortales.
De entrada, a nuestro juicio, fue prefabricada, debidamente planeada y planificada en tiempo y forma, sujeta a los tiempos y ritmos políticos durante la transición de la tercera alternancia.
No es casual, salvo prueba en contrario, que la crisis de la basura en la capital oaxaqueña y los 24 restantes municipios estalle en medio del vacío político, de hecho, del impasse gubernamental.
Se trata, en la real politik, de una especie de zona gris o punto muerto en el tiempo de la transición entre el gobierno saliente de Alejandro Murat Hinojosa y el entrante de Salomón Jara.
De manera genialmente perversa, el presidente municipal de Zaachila, Carlos Rigoberto Chacón Pérez, de extracción morenista, estalla la crisis de la basura en la estratégica zona metropolitana.
No importó al alcalde proveniente de las tribus del PRD golpear la línea de flotación de varios de sus correligionarios, empezando por el munícipe morenista capitalino, Francisco Martínez Neri.
Pero la prefabricada crisis de la basura en la capital oaxaqueña y los 24 restantes municipios de la zona metropolitana, también golpean al Gobernador electo de Morena y al priista saliente.
El médico Carlos Rigoberto Chacón Pérez no puede pretextar ignorancia en descargo de su responsabilidad, toda vez que es un político letrado con experiencia y trayectoria política.
La estratégica zona metropolitana es caja de resonancia por sus instalaciones estratégicas, civiles, como el Aeropuerto Internacional de Xoxocotlán y la Base Aérea de San Juan Bautista La Raya.
A estas instalaciones estratégicas, se suma, además, la 28ª. Zona y VIII Región militares en jurisdicción de Santa Lucía del Camino, importante municipio, también gobernado por Morena.
Obligado es preguntar, a quién sirve, y el fierro de qué establo trae en las ancas el presidente municipal de Zaachila. Es evidente que no tomó la decisión de cerrar el tiradero de motu proprio.
¿De qué se trata, entonces, qué papel juega el doctor Chacón Pérez? ¿Acaso su objetivo es incendiar el municipio capitalino y tirar, a través de la revocación de mandato, a Paco Martínez Neri?
Ayer circuló en las redes sociales la propuesta ciudadana de demandar la revocación de mandato del alcalde capitalino por ineptitud y falta de interés para resolver los problemas municipales.
“No es solamente el problema de la basura, también es el ambulantaje, la inseguridad, falta de obras y rendición de cuentas con los que no ha cumplido”, enumera el mensaje difundido.
“A ello, agregamos la ingobernabilidad de su cabildo, al no atender asuntos como el combate a la corrupción y castigo a su antecesor. Nada de lo que prometió en campaña se ha cumplido”.
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