Cuando se cometen actos criminales como el desabasto de medicinas, parece que estamos situados frente al renacimiento de las fatalidades del pasado, al que tanto se le acusa.
Ante el escándalo y el enojo de la opinión pública que protestó por la desesperación y angustia de los padres de hijos enfermos de cáncer, que, en algunos casos, pueden ser curados, siempre y cuando sea adecuadamente tratados, esto es, atención medica especializada y medicinas que la quimioterapia indica en cada caso.
Los tratamientos oncológicos contra estas enfermedades son dolorosos, llenos de angustia y amargura para enfermos y familiares, la tristeza de ver como la vida se les va desgastando su alma y su cuerpo.
Sin embargo, hay algo que solamente tiene fin cuando ya no hay nada que hacer, es la esperanza que durante el amargo trance nos acompaña, la que está a nuestro lado, en todo momento, en el que imploramos que algo suceda, que los médicos y las medicinas hagan el milagro de aliviar al ser querido que estamos perdiendo minuto a minuto a causa de la maldita enfermedad.
Las enfermedades graves no admiten espera, los tratamientos son vitales para salvar la vida de los enfermos, a condición de que la ciencia médica y las costosas medicinas se apliquen precisamente en tiempo y forma. Solo cumpliendo estos requisitos la esperanza no se acaba pues las posibilidades de salvar la vida crecen.
Hace unos días, los padres de niños enfermos de cáncer se plantaron en el aeropuerto de Ciudad de México en protesta por la falta de medicinas oncológicas para el tratamiento del cáncer que sus hijos padecen. Sucedió que el Hospital Infantil “Federico Gómez” sufre un desabasto de medicinas para tratar dichas enfermedades. Desabasto a causa de varios factores que van desde la corrupción en los contratos con las compañías farmacéuticas hasta las equivocadas direcciones de los hospitales y clínicas del sector salud, pues ¿como explicar que hospitales, clínicas y centros de salud no tengan medicinas o personal médico suficiente?
Todo lo que se diga al respecto no admite excusa por ser un absurdo. Es como si las escuelas no tuvieran profesorado o no hubiera alumnos y los profesores impartieran clase a los pupitres y pizarrones , o que la República no tuviera una Constitución para gobernar en un Estado de Derecho, o que el Presidente no trabajara y se la pasara criticando a sus adversarios en lugar de construir carreteras, escuelas, creando empleos, fortaleciendo la economía, sacando lustre a la imagen del país en el fuero externo, a fin de crear confianza y atraer inversiones.
Sin embargo, de vez en cuando, lo absurdo ocurre en nuestro país, quizá, en el presente más frecuentemente, como es el caso del desabasto en el Hospital Infantil “Federico Gómez”; absurdo porque ante el escándalo que enardeció los ánimos de la sociedad y de los familiares de los niños enfermos de cáncer hubo la respuesta del Presidente para desmentir el desabasto de medicinas en el Hospital Infantil.
Lo que hay es corrupción en las compra y contratos con los proveedores de las medicinas. Es la mafia de las compañías farmacéuticas las culpables de que esto este ocurriendo, afirmó el Presidente.
Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública comentó que cuatro empresas proveedoras de medicamentos están siendo investigadas.
¡Cinco meses de investigación! hasta que se llegó al limite y las verdades surgieron como fue la denuncia de Mathieu Tourliere, de Proceso, en la que nos entera de que la 4T asignó contratos por 35 mil millones de pesos a cuatro de las más importantes compañías farmacéuticas del país, en solo tan solo el primer año de gobierno de AMLO.
Estas son: Grupo Fármacos, Especializados (Grufesa), seis a Laboratorios Pisa, cinco a Farmacéuticos Maypo y cuatro a Distribuidor Internacional de medicamentos y equipo Médico (Dimesa), todos ellos principales proveedores del sector salud.
Huele mal el ambiente administrativo en el Sector Salud del gobierno federal, sobre todo cuando se está jugando con la vida de la niñez afectada de cáncer, eso es criminal y debe ser castigado.
Sorprenden dos cosas: una que el Presidente continue afirmando que no hay desabasto de medicamentos cuando las denuncias de los padres, en las calles y en el Aeropuerto, son desesperadas al ver que sus hijos se están muriendo por falta de medicinas.
¿Quien esta mintiendo?
Por último, extraña la actitud mansa del alumnado universitario de las Facultades Medicina y Derecho al no protestar contra la ineficacia, corrupción y desabasto de medicinas en Sector Salud. Las sociedades de alumnos de las universidades en países avanzados ya hubieran demandado a los gobiernos que juegan con la vida de los enfermos.
@luis_murat