Una de las cosas que siempre ha hecho Alejandro Murat es convocar.
“Juntos” es, de hecho, una de las palabras centrales de su discurso político.
Desde que el paradigma de conducción pública cambió, la gobernabilidad cedió su lugar, y no solo semánticamente, a la gobernanza.
La gobernabilidad era un estado (un estado de equilibrio dinámico, deciá Camou).
La gobernanza es, incluso de acuerdo a la RAE, un arte, el arte de gobernar que apela a un equilibrio, pero ya no entre las demandas sociales y la capacidad de respuesta gubernamental, sino entre “entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”.
En la gobernabilidad gobernaba el Estado; en la gobernanza gobernamos todas y todos. Nos gobernamos juntos.
Hoy gobernarnos requiere creatividad. El o la gobernante tiene que ser creativo, la ciudadanía tiene que ser creativa y el capital (que no podemos negar) tiene que ser creativo.
La creatividad requiere imaginación, inventiva; pero presupone vocación, preparación y sentido común. Cuando todo ello confluye el bienestar es posible. Es un ideal, pero no necesariamente una utopía.
El papel del gobernante moderno es convocar, aglutinar, propiciar la sinergia. Porque el que gobierna es quien conduce.
Gobierno viene del griego Kybernein que significa pilotar una nave.
“Crear, construir y crecer” no es, a mi juicio, un cambio en la estrategia de comunicación social del gobierno de Oaxaca. Es la evolución natural de lo que Alejandro Murat planteó desde un principio.
Construir juntos el cambio requiere en este momento particular, marcar un alto para entender que cambiar implica crecer (en el más amplio sentido); que para crecer hay que construir; para construir hay que crear; y para crear hay que imaginar.
La creatividad como expresión del genio ha acompañado a las y los oaxaqueños de generación en generación. Es parte de nuestro genoma.
Crear, construir y crecer no es otra cosa, sino la expresión de nuestro destino histórico.
Vivimos tiempos difíciles.
Muy pocos hemos reparado en que estos cuatro años se nos han ido entre temblores, inundaciones y pandemia, con todos sus efectos. Gobernarnos en este escenario ha sido heroico.
Pero aquí estamos. Y en medio de la desgracia y del desprestigio generalizado de la política y los políticos debemos asumir nuestro papel y nuestra responsabilidad individual.
Hoy que México está más dividido que nunca, creemos, construyamos y crezcamos.
Antes que cualquier otra cosa somos oaxaqueñas y oaxaqueños entre quienes no hay nadie que quiera que le vaya mal a Oaxaca.
“Crear, construir y crecer”, más que el nuevo eslogan de gobierno debe ser visto y entendido como un imperativo en nuestra vida diaria para que le vaya bien a Oaxaca.
Yo le invito -amable lector- a crear, a construir y a crecer.
@MoisesMolina