* El manipuleo genético que produjo el coronavirus COVID-19 en un laboratorio militar chino en la ciudad de Wuhan, no es más que la nueva cara del genocidio comercial China-Estados Unidos.
* Xi Jinping, presidente de China, ordenó comprar todas las acciones de las empresas europeas y estadounidenses, ganó $2000 mil millones y volvió a convertirse en el accionista mayoritario.
Estallada la Tercera Mundial con los conflictos étnico-religiosos en el Medio Oriente y Europa Oriental, hoy los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgan de nuevo asolando al mundo global.
El manipuleo genético que produjo el coronavirus COVID-19 en un laboratorio militar chino en la ciudad de Wuhan, no es más que la nueva cara del genocidio comercial China-Estados Unidos.
Aunque tengan que morir algunos gobernantes y súper ricos la nueva fase de la guerra bacteriológica está dirigida a diezmar a los miles de millones de pobres. ¡Que mueran los pobres!
En esta lógica global, diabólicamente perversa, se inscribe, a querer o no, guste o no, la crisis humanitaria provocada en México por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la 4T.
La irresponsable frivolidad del Presidente ante la falta de medicamentos y falta de atención a la pandemia mundial del Coronavirus COVID-19, es verdaderamente criminal por genocida.
Es de lamentar que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, es un estúpido inepto que, por segunda ocasión como lo hizo con la atención a la influenza AH1N1, comete el mismo error al actuar de manera más que negligente.
El Coronavirus es la postmoderna versión de la limpieza étnica global bajo el camuflaje de pandemia, reconocida pública y abiertamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Obligado es retomar la Columna de Hierro del colega Sergio Ibarra intitulada “Los mercaderes del caos y la operación Jaque Mate por parte del Dragón Chino, versus el Coloso del Norte”:
“Pareciera mentira –y díganlo que lo dijo un loco– pero el pleito entre dos grandes potencias, la del Dragón contra el coloso de Norteamérica, es decir, China y los Estados Unidos, es lo que mantiene al mundo en vilo y con el Jesús en la boca”.
“Ya no a bordo de un colapso nuclear como lo había venido siendo en los últimos dos siglos con una amenaza potencial de una tercera conflagración mundial, en el que no quedaría el mínimo rastro del ser humano”.
“En esta ocasión, como en las dos anteriores guerras mundiales, son los mismos de siempre con la salvedad que, ahora, la muerte no llega a través de las balas y los estallidos nucleares, sino envuelto en forma de rumor y una supuesta pandemia que cabalga en lomos de los especialistas del terrorismo moderno; los mercaderes del caos dando lugar a una guerra económica”.
“La historia no es nueva. Ya la vivimos en la época de los sesenta cuando otro gran número de gente y grandes cantidades de dinero se encargaron de fabricar un entorno peligroso para justificar las enormes cantidades de dinero dedicados a la creación de la bomba atómica, ante una supuesta amenaza que nunca existió”.
“Sencillamente el dinero que financiaba el horror trabajaba para mantener el horror, tal y como ocurre ahora. Para acabar luego; los ingresos y ganancias de los mercaderes del caos es proporcional a la conmoción que crean”.
“Entre más caos, más ingresos, más subsidios. Únicamente que en esta ocasión a los promotores del caos les salió el tiro por la culata”.
“Y así lo explican los especialistas del tema los que aseguran que ante una falta de justificación –dado que el mundo es un simple pañuelo a la vista de todos, gracias a la tecnología y a las benditas redes sociales– para declarar una guerra de parte del coloso del norte a sus principales competidores tanto en el rubro comercial como en el tecnológico, se presume que los primeros están siendo víctimas de su propia estrategia”.
“De acuerdo a esta versión, de entrada se corre el rumor que la expansión del coronavirus se inicia en territorio chino, cuando lo cierto es que son los propios hijos del Tío Sam, quienes se encargan de su propagación, con la intención de golpear los mercados asiáticos, a través de una pandemia que a estas alturas, ya está alcanzado a la mayoría de los países de la tierra”.
“Aquí viene lo que algunos expertos han llamado la jugada maestra “Operación Jaque Mate”, por el gobierno chino. Esta tiene sus orígenes a partir que China, ha venido rompiendo récords ganando en todos los frentes. En respuesta a esto se desataría la guerra comercial disfrazada de guerra biológica”.
“Aquí la opinión de los expertos: Debido a la situación en #Wuhan, la moneda china comenzó a disminuir, pero el banco central chino no tomó ninguna medida para detener este colapso”.
“También hubo muchos rumores que China, ni siquiera tenía máscaras suficientes para combatir el coronavirus. Estos rumores y la declaración de Xi Jinping, que están listos para proteger a los residentes de Wuhan, bloqueando las fronteras, ha llevado a una fuerte caída en los precios de las acciones (44%), en la tecnología china y la industria química”.
“Los tiburones financieros comenzaron a vender todas las acciones chinas, pero nadie quería comprarlas y se devaluaron por completo. Xi Jinping, hizo un gran movimiento en ese momento, esperando una semana entera y sonriendo en las conferencias de prensa como si nada especial hubiera sucedido”.
“Y cuando el precio cayó por debajo del límite permitido, ¡ordenó comprar todas las acciones de europeos y estadounidenses a la vez! Luego, los “tiburones financieros” se dieron cuenta que habían sido engañados y llevados a la bancarrota”.
“Pero ya era demasiado tarde, porque todas las acciones habían pasado a manos de China, que en ese momento no solo ganó $2000 mil millones, sino que gracias al simulacro, vuelve a convertirse en el accionista mayoritario de las empresas construidas por europeos y estadounidenses”.
“Ahora, las acciones son de sus empresas y se han convertido en propietarios de la industria pesada de la que dependen la #UE, #América y el #Mundo entero. A partir de ahora, China, fijará el precio y los ingresos de sus compañías no saldrán de las fronteras chinas, sino que se quedan en casa y mantienen todas las reservas de oro chinas”.
“Por lo tanto, los “tiburones financieros” estadounidenses y europeos demostraron ser estúpidos y en pocos minutos los chinos recuperaron la mayoría de sus acciones que, ahora, producen miles de millones de dólares en ganancias”.
“¡No se recuerda un movimiento tan brillante en la historia del mercado de valores! ¡Jaque Mate!”
“Y la verdad es que no suena tan descabellado. A fin de cuentas era la única manera de frenar el desbocado ascenso de la economía asiática. ¿Alguna duda? De ser cierta esta última versión, no hay mucho de qué preocuparse”.
“A estas alturas de esta nueva “conflagración” comercial, los gringos ya no buscan quién se las hizo, sino quién se las pague. Aunque sea espantando con el petate del muerto”.
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