Convierte el gasto hormiga en ahorro

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¿Cómo te caerían ingresos extras por 16,000 pesos al año?, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros esa cifra es un referente de lo que los mexicanos gastan anualmente en conceptos como cigarros, chicles, café, refrescos y propinas.

 

Esa cantidad bien podría ser el inicio de un fondo de emergencias, la inversión inicial de un plan de ahorro programado o el enganche de un auto nuevo; pero el ahorro parece un reto difícil para los mexicanos.

Tres de cada 10 mexicanos tienen algún instrumento de depósito o ahorro, detalló el director general de Asuntos del Sistema Financiero del Banco de México (Banxico), José Quijano León.

Sin embargo, de los 98 millones de cuentas de débito que existen en el país sólo el 40% se usa como medio de pago o como vehículo de ahorro, pues la gente dispone y gasta su sueldo en cuanto se le deposita, agrega la Condusef.

En este escenario, gastos hormiga se convierten en uno de los enemigos directos de la intensión de ahorro, pues esos pequeños desembolsos pueden traducirse en grandes fugas si no se tiene prudencia.

La Condusef estima que el gasto anual de una persona que consume un café a la semana en cafetería alcanza 6,000 pesos. Mientras que un fumador que compra dos cajetillas de cigarros a la semana podría tener un fondo de 2,880 en vez de un hábito nocivo para su salud.

Tan sólo el monto que se invierte en la compra de 12 cajetillas de cigarros es suficiente para adquirir un seguro básico de gastos médicos por un año, alerta la Comisión.

Por otro lado, es importante que consideres que no todo gasto es malo. Gianco Abundis, actuario especialista en finanzas personales, señala que el dinero peor gastado es aquel que no se sabe a qué se destinó, mientras que los pequeños placeres se convierten en pequeñas inversiones a favor de la calidad de vida.

¿Realmente lo necesito?

Hay una triada de preguntas que te ayudan a saber si tus gastos son una fuga o una inversión. La primera es “¿realmente lo quiero?”, la segunda es “¿me alcanza para comprarlo sin sacrificar otra cosa?”, y la tercera “¿lo necesito?”.

Si la respuesta es afirmativa en todos los casos entonces no tienes mucho que pensar, pero si sacrificas la posibilidad de cambiar tu viejo celular, que a veces se apaga, por tomarte un par de cafés al día entonces quizá haya algunas cosas que considerar.

Para tener una estrategia de finanzas personales en la que los gastos hormiga no se conviertan en una plaga, la Condusef recomienda  realizar un presupuesto básico de ingresos y gastos, para ello toma en cuenta los siguientes pasos:

1. Divide tus gastos en fijos y variables.

2. En tus gastos fijos considera sólo alimentación, vivienda y servicios, y transporte.

3. En tus gastos variables considera calzado, vestido, servicios de comunicación, cuidado personal, limpieza del hogar y diversión.

4. Una vez que hayas registrado tus gastos por al menos tres meses analiza qué puedes recortar, este paso se facilita cuando haces la suma de cuánto de tu ingreso se consume entre propinas, botellas de agua, refrescos y golosinas.

5. Inicia una estrategia de ahorro, el dinero que destinas a los gastos hormiga es el que tienes más disponible, esas monedas extra en el carro, el cambio que te dieron cuando pagaste con un billete. Destina todas esas ‘monedas sobrantes’ al ahorro y convierte este concepto en un gasto fijo al que destines la proporción más alta que puedas de tu sueldo, con el tiempo verás como ese gasto hormiga se convierte en un fructífero ‘guardadito hormiga’.

CNN