El mototaxismo ha pasado de una herramienta de trabajo para el sustento de decenas de familias en la entidad, a un nido de corrupción, intereses políticos y personales. Esto ha sido motivo de grescas entre diversas las organizaciones de este servicio que se disputan las rutas.
Representantes de algunas organizaciones de este sector, han reconocido que este tipo de trasporte se ha convertido en “la manzana de la discordia” debido a los grandes beneficios que aporta en las jornadas electorales. La ubicación de estos sitios, representa el control del territorio, así como grandes ganancias para los concesionarios.
Según estimaciones de autoridades estatales, existen por lo menos cinco mil vehículos de este tipo en el estado. Sin embargo, los propios líderes de este servicio han manifestado que son al menos unos 10 mil o más.
En su momento, autoridades de este sector, dieron a conocer la proliferación del servicio de mototaxis, mismo que respondía a intereses personales y políticos de algunos líderes, entre ellos, los del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Del mismo modo, se dio a conocer que los municipios con mayor afluencia de este trasporte son: Tlacolula de Matamoros, el Istmo de Tehuantepec, Santa Cruz Xoxocotlàn, Santa María Atzompan entre otros.
Reconocen corrupción y lucha de interés políticos y personales en el mototaxismo
Información que no fue negada por el líder de “Transportes Tlacolula”, José Agustín Hernández, quien aglutina a poco más de 70 vehículos de este tipo y da empleo a un número igual de familias.
El representante de esta organización y poblador de Tlacolula, reconoció que los intereses políticos y personales han influido en la propagación de este servicio, “debido a que las autoridades estatales no ofrecen mejores condiciones de vida por lo que nos vamos con el mejor postor”.
De este mismo modo, arremetió en contra de las autoridades encargadas de regular el trasporte público, ya que dijo “en las diversas instituciones como la Secretaría de Vialidad de Transporte (Sevitra), así como en Transito del Estado, la corrupción está a la orden del día”.
Sostuvo que debido a que los mototaxis son un trasporte que “se supone debe de estar regulado ya”, los dueños de estos vehículos tienen que erogar por lo menos seis mil pesos para el permiso correspondiente, placas y documentos varios.
Situación con la que coincidió el representante de mototaxis “El Pescador” de la región del Istmo Juan Carlos Morales, quien sostuvo que los tramites y los pagos que se tienen que realizar para obtener un permiso son “muchos”.
A pesar de ello, Morales, sostuvo que las 45 personas que forman parte de la organización se han conducido por la vía legal y, lejos de interés políticos, “este transporte representa el ingreso económico de nuestras familias, sobre todo ahora, en medio de la crisis económica que vive Estados Unidos y que repercute seriamente a México”.
Exigen operativos más rigurosos para acabar con el trasporte pirata
Ahora no sólo son los taxis piratas los se han convertido en el dolor de cabeza de los concesionarios, sino también los mototaxis que han formado parte del padecimiento de decenas de trabajadores del servicio regulado.
Ante esta situación, las organizaciones de este sector han exigido una serie de operativos más rigurosos para lograr acabar con el pirataje, tanto en mototaxis y taxis, debido a que las que se aplican “no sirven o simplemente no se ejecuta por los propios acuerdos entre las autoridades”.
De acuerdo a estimaciones por parte de los dedicados a este sector en la capital del estado y alrededores de la misma, circulan cerca de dos mil taxis y más de cinco mil mototaxistas, y una gran parte proliferación en las regiones de Valles Centrales, Costa e Istmo.
Por Carina García
Vía Viral Noticas