Contradicciones…: Argel Ríos

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“Puede haber desde luego momentos todavía muy tensos

y los hay; puede haber momentos de golpes a la

ciudadanía […] Los va a haber seguramente,

la clave es perseverar”.

Felipe Calderón

 

 

Mientras a nivel nacional, las televisoras de señal abierta (Telerisa y TvChueca), se dedican a hablar hasta en los programas de espectáculos de las maravillas del programa “Iniciativa México”, el país se ahoga en llanto con las matanzas, los descuartizados, ejecuciones de escoltas, granadazos y la aparición del cuerpo del hermano de una ex procuradora de Chihuahua.

 

Así funciona el país, entre matazones despertamos y dormimos todos los días, salimos de casa sin saber si seremos víctimas de algún levantón, secuestro express o si nos ejecutarán sicarios o algunos federales que no saben utilizar un arma de fuego.

 

Por un lado nos dan, los sueños que representan los proyectos de Iniciativa México, que tienen el lamentable cobijo de las televisoras comerciales y se enfrascaron en un reality-show-novelesco, para pelear por el premio de un millón de pesos, corriendo el riesgo de terminar siendo conductores de algún programa de las televisoras e invitados a cocinar en Venga la Alegría o a jugar con las chicas de Se Vale, pueden incluso terminar presentando los premios TVyNovelas o algún programa en Bandamax.

 

Ese es nuestro México, con una realidad que rebasa las más ilustres propuestas que se discuten en la Ciudad de las Ideas, vivimos de lo surreal que representa nuestra política, las novelas y el futbol.

 

Vivimos en un país de contradicciones, donde la nota del día son las invitaciones falsas para la boda de un gobernador o la compra de zapatillas de su prometida, donde el héroe nacional es el que mejor juegue al futbol y la historia es lo que las novelas nos digan.

 

Exigimos un país mejor, pero no somos capaces de reconocer nuestros errores, y pedimos sangrientamente la cabeza de aquel que se atrevió a decirnos que también metemos la pata, y si aparece ejecutado o levantado, respondemos siempre con un “merecido se lo tiene…”

 

En cambio, seguimos disfrutando del llanto novelesco en el rescate de la amada de las producciones televisivas mexicanas, rendimos pleitesía a ídolos de maquillaje y flash, y creemos en proyectos sociales, sólo cuando nos lo presentan en un reality, pero seguimos derramando el moco con los recuerdos de las décadas pasadas y la recuperación de una cartera perdida en el metro o de un perro extraviado en alguna parte del monstruo citadino.

Y mientras esto pasa, mientras cantamos y lloramos, aplaudimos y vitoreamos a la realidad televisada, mientras esto nos acompaña, se aprueban presupuestos que no coinciden con la realidad, incrementan los impuestos, los fondos del retiro no llegan a las manos de los beneficiarios, las cajas de ahorro siguen defraudando, la competitividad y corrupción siguen en aumento, migrantes siguen muriendo y nuestro país se militariza, sin embargo todo ello no importa, pues la televisión nos dice que no hay problema, todo está bien, pues basta ver que las discusiones se basan en el nuevo libro de Ricky Martin.

 

Pareciera que vivimos en un cuento de Edgar Allan Poe y no lo reconocemos, en esta trama estamos en un periodo de terror, pero algo peor viene en camino, horror, sangre y necesitamos el sonido de mil balas para que nos despierte.

 

Nuestro México, el de los rancheros, de los caballos, del canto mientras se arrea el ganado, ese que sufre con las desgracias, que se une, aquel que desea el cambio, no ha despertado, sigue esperando un cambio prometido hace 10 años por un presidente gerente de una empresa refresquera…

 

Apenas, durante el cierre de esta columna, el fuego cruzado de un enfrentamiento, acabó con la vida de un periodista —Carlos Alberto Guajardo Romero— en Tamaulipas, reportero de la fuente policiaca y jefe de la sección de seguridad del diario local El Expreso de Matamoros.

 

Una muerte más de un mensajero, una línea de expresión entre la realidad que los consorcios, gobiernos y los poderosos de Forbes pretenden cubrir, con un talk show o con una espectáculo de académicos conciertos.

 

En Oaxaca, estamos a la espera de una nueva etapa, legisladores, presidentes municipales y gobernador, están por iniciar un periodo de gobierno donde las esperanzas son muy altas, tan grandes que a pesar del mayor optimismo, corre el riesgo de caer en el efecto Obama.

 

Mientras, pues no nos preocupemos tanto por los narcos, sicarios, gobiernos y cajas de ahorro, al fin de cuentas, el Chicarito sigue jugando en el Manchester United, el PAN está por elegir a su presidente y el Peje sigue perdido entre promos de quesos manchego y cervezas light, así que no pasa nada… todo sea por las contradicciones.

 

argel_rios@hotmail.com