El virus H7N9 de la gripe aviaria dejó una sexta víctima fatal cerca de Shanghái, donde las autoridades chinas procedieron a la matanza localizada de aves de corral y el cierre de los mercados para circunscribir la cepa infecciosa que hasta ahora no se transmitía al ser humano.
El nuevo deceso, el de un agricultor de 64 años de la provincia de Zhejiang, fue reportado el viernes por la agencia de prensa oficial China Nueva. Es la segunda persona de esta provincia oriental en fallecer por complicaciones respiratorias provocadas por el virus H7N9.
Otras cuatro personas murieron en Shanghái, capital económica del país.
En total 16 personas contrajeron esta forma de gripe. Este viernes se señalaron dos nuevos casos en Nankin (este).
En Hong Kong, las autoridades sanitarias informaron sobre un caso sospechoso de infección en una niña de siete años que regresó de Shanghái a fines de marzo.
En Shanghái, las autoridades anunciaron su decisión de cerrar temporalmente los mercados de aves de corral.
“Esta medida se tomó con el objetivo de proteger la salud pública”, declaró en una conferencia de prensa Xu Wei, portavoz del municipio de 23 millones de habitantes.
Unas horas antes, los agentes municipales procedieron al sacrificio de más de 20 mil aves en un mercado. Las operaciones, que comenzaron por la noche, fueron dirigidas por empleados vestidos con trajes especiales de protección, según imágenes publicadas en internet por un periodista local.
El viernes por la mañana, la zona del mercado estaba inaccesible y las calles de los alrededores eran vaporizadas con desinfectante, constató un periodista de la AFP. “Por supuesto, estoy inquieto”, confió un comerciante del mercado.
De hecho, sólo unos días después de un resonante escándalo causado por los miles de cadáveres de cerdos tirados al principal río de la ciudad, los servicios de sanidad de Shanghái deben responder a las nuevas inquietudes vinculadas al sector de la cría de animales.
“Al día de hoy podemos claramente afirmar que no hay transmisión de hombre a hombre” de la cepa H7N9, declaró el viernes Wu Fan, que dirige el centro de lucha contra enfermedades infecciosas de Shanghái en esta misma conferencia de prensa.
“No hay ninguna posibilidad de que esta infección llegue al extranjero”, agregó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó el miércoles un riesgo de pandemia debido a que el virus no se ha transmitido entre personas. Por el momento el H7N9 infectó oficialmente a 14 personas en el este de China.
Sin embargo, los expertos hicieron hincapié en la importancia de determinar el origen de la infección y cómo se transmite a las personas, para poder reducir la exposición de los seres humanos al virus.
Las autoridades sanitarias estadunidenses afirmaron el jueves que siguen de cerca la situación.
Numerosos editoriales de la prensa china aconsejaron esta semana a las autoridades sacar las enseñanzas, en particular en términos de comunicación, de la epidemia del SRAS hace 10 años.
En ocasión de esta pandemia de neumonía atípica, cuyo origen fue China, la OMS había criticado con dureza a Pekín por haber tardado en dar la alerta e intentado disimular la amplitud de la epidemia.
El ministerio chino de Salud, citado el viernes por el periódico China Daily, prometió “intercambios abiertos y transparentes con la OMC y los otros países” sobre el tema.
La gripe aviaria más común, la del virus H5N1, dejó 360 muertos en el mundo entre 2003 y el 12 de marzo de 2013, según la OMS. Los científicos temen que una mutación del virus haya permitido el contagio entre las personas, lo que podría desencadenar una pandemia.
Agencias