China sigue evaluando ajustes en su política de natalidad implementada en 2014, a fin de decidir si se necesitan más cambios, señaló hoy el primer ministro chino, Li Keqiang.
Li dijo que las autoridades están realizando revisiones integrales de La implementación de la política de natalidad, que ahora permite a las parejas tener dos hijos si uno de los padres es hijo único, destacó la agencia Xinhua.
Con más de mil 300 millones de habitantes, China es uno de los cuatro territorios más grandes del mundo, con una densidad de población de 144 habitantes por kilómetro cuadrado.
Cuando China empezó a aplicar esta política del Hijo Unico a finales de la década de 1970, no sólo instauró una burocracia especializada sino que impulsó un cuerpo médico encargado de llevar a cabo las medidas de planificación familiar más extremas conocidas hasta la fecha.
Desde su lanzamiento como medida de control poblacional se estima que se han prevenido cerca de 400 millones de nacimientos.
La política era clara: un hijo por familia. Pero en la práctica, fueron necesarias ciertas excepciones. Por ejemplo, en el caso de minorías étnicas, debido a las fuertes diferencias sociales y religiosas, la política fue aplicada de forma gradual, con un límite de hasta dos hijos.
De igual forma, en el campo, donde se permite un segundo hijo cuando el primero es mujer. Tradicionalmente, la familia china busca tener hombres, pues son ellos quienes impulsan el trabajo físico y sostienen a sus padres. Además para promover el trabajo agrícola, en ciertas zonas se permiten abiertamente dos hijos sin importar el sexo.
A finales de 2013 se adoptó un importante cambio de política, de modo que se estipuló que matrimonios de todo el país podrían tener un segundo hijo si uno de los padres era hijo único.
El ajuste, puesto en práctica a comienzos de 2014, no causó la explosión de natalidad que muchos habían esperado y los expertos están ahora proponiendo una implementación total de la política de dos hijos.
Informes anteriores afirmaron que la mano de obra de China había descendido en 3.45 millones interanualmente en 2012, en lo que supuso la primera “reducción absoluta” desde la reforma y apertura de China en 1979.
El desequilibro entre el número de hombres y el de mujeres es otro efecto colateral de la política del hijo único, como resultado de la preferencia de los padres chinos por hijos varones.
En 2014, la proporción entre los recién nacidos se situó en 116 hombres por cada 100 mujeres.
Agencias