Contaminan más productos biodegradables

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Las bolsas biodegradables representan un problema ambiental inadvertido, pues aunque tardan alrededor de un año en deshacerse, durante el proceso dejan fragmentos de polímeros que son imperceptibles a la vista, por lo tanto, degradarlas contamina más que reciclarlas.

De acuerdo con Benjamín Ruiz, investigador reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y experto en desechos peligrosos de la Facultad de Química de la UNAM, cuando el plástico se hace completamente biodegradable, el proceso genera gas metano, cuyas moléculas la vuelven 21 veces más dañina que una bolsa sin descomponerse.

“La destrucción del plástico, hace que no veamos bolsas y artículos de este material tirados por las calles, en los ríos o los mares; ya no se ve feo, pero los efectos que percibimos son mucho peores.”

El investigador también criticó la reforma a la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, que permitirá a todos los establecimientos mercantiles cobrar las bolsas que se dan a los clientes al realizar sus compras, pues no establece en qué se empleará el dinero obtenido, cifra que, según datos proporcionados por la UNAM, ascendería a seis millones de pesos diarios e impactaría el bolsillo de las familias.

El experto comentó que “en algunos países se aplica el Plas tax, que es impuesto al plástico destinado exclusivamente a fomentar la investigación de nuevos materiales que lo sustituyan o bien lo hacen más amigable”, mientras que en el país sólo “intentan cobrar y no nos dicen para qué lo van a utilizar”, expresa Benjamín Ruiz.

En cuanto a la defensa de los materiales biodegradables por parte del gobierno y distintas organizaciones, el investigador opina que el entusiasmo por dicho proceso se debe a que es un discurso “agradable, loable”, pero visto desde el aspecto científico, tiene inconsistencias que deben resolverse antes de proceder.

“Se supone, de manera equivocada, que un artículo biodegradable es completamente amigable y limpio para el ambiente, lo cual no es totalmente cierto”. A lo anterior, agrega que las autoridades y los grupos que promueven la biodegradación no están “ni informados ni preparados”.

Sobre los funcionarios públicos declaró que su actuar se debe a una cuestión “política, incluso electoral”. Asimismo, refirió que la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal tiene puntos que las autoridades no han cumplido, pues jamás ha existido un acercamiento con la comunidad científica, lo cual quedó establecido en el artículo tercero transitorio de dicha ley.

Otro apartado sin cumplir por parte de las autoridades es la implementación de una campaña de difusión de dicha ley por parte de la Asamblea Legislativa del DF, pues el investigador indicó que,los mexicanos somos demasiado “comodinos”, pues “es mucho más fácil tirar a la basura que ver la forma de reutilizarlo”

Para salir delante de esta problemática, el especialista señala que lo más importante es fomentar la cultura del reciclaje, ya que al reducirse los consumos de energía y los costos de materiales, se reduce el precio de los productos elaborados con estos materiales, así como desechar mitos sobre este material, como la afirmación de que las bolsas desaparecen hasta 400 o mil años después.

El especialista resaltó que esa información tampoco está avalada por la ciencia y concluyó que, “una vez que la población esté informada, podrá aclarar dudas más coherentemente y esto obligará a los legisladores a prepararse”.

Las cifras

Producción

20 millones de bolsas se usan diariamente en el DF y otros 8 millones en Guadalajara

30 empaques por semana se reutilizan en un hogar del DF

390 mil toneladas al año se producen en México

1% de toda la basura son bolsas de plástico

15 millones se regalan diariamente en centros comerciales