Comunicado
19:51 Jorge Círigo, candidato a diputado por el Distrito XXII por el Partido Nueva Alianza se reunió esta tarde con profesionistas de diversas colonias, quienes mostraron su preocupación por la inseguridad que impera en nuestra entidad.
Al respecto el también Presidente del Consejo Democrático señaló que “los integrantes del Poder Legislativo necesitan asumirse como actores políticos corresponsables de la seguridad del Estado, a través de propuestas legislativas destinadas a terminar con las actividades delictivas, así como con las redes de impunidad y corrupción que imperan en las instituciones”.
Dijo que es preciso marcar la pauta desde el ámbito legislativo para lograr medidas que permitan atenuar la crisis de inseguridad por la que atravesamos e identificar a los verdaderos enemigos, pues los que amenazan a las instituciones no son los movimientos sociales, sino el cada vez mayor despliegue de la capacidad de fuego, de la capacidad corruptora, de la violencia que puede alcanzar la delincuencia.
Enfatizó: “Debemos construir una cultura ciudadana que censure la ilegalidad y el delito, no basta configurar medidas “socialmente aceptables y mediáticamente populares” para calmar la desesperación social a través de incrementar penas, legislar sobre cadena perpetua e incluso proponer la pena de muerte”.
Argumentó que en diversos países en donde las penas son más severas e incluso se aplica la pena de muerte, los índices de delictivos no son menores, esto comprueba que las medidas punitivas no permiten recuperar la seguridad, ni rescatar la confianza ciudadana a las instituciones, sino que trabajan en contra de la seguridad del Estado y a favor de la preservación de la corrupción y la impunidad.
En este sentido, mi propuesta en materia de seguridad consiste en revisar detalladamente el marco legal, haciendo las reformas precisas así como expedir los reglamentos necesarios que permitan eficientar la aplicación de la normatividad.
Lo anterior sin olvidar que la delincuencia en un gran porcentaje tiene sus raíces en la desintegración familiar a causa de la pobreza, la marginación y la falta de oportunidades para el desarrollo personal y familiar, por lo que de manera paralela es necesario destinar mayor presupuesto a la educación y a los programas destinados a la reactivación económica, concluyó.