La Asamblea Estatal Mixta Permanente acordó estallar el paro de labores magisteriales el próximo día 28 de mayo.
571 representaciones sindicales decidieron la movilización de la S22 y de la CNTE, a fin de presionar a las autoridades federales para que atiendan las demandas del “Magisterio Nacional Democrático”, según comunicado del Cencos S22 (Centro de Comunicación Social de la Seccion XXII Oaxaca).
Decisión que fue comunicada a la Dirigencia Nacional en Ciudad de México, a través de los delegados a la Asamblea Nacional para fijar la fecha en que los contingentes de la CNTE inicien una lucha frontal contra la política educativa establecida por la SEP.
Hacer entrega formal de los acuerdos tomados por la S22 a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), significa que una conspiración política contra el sistema educativo en Oaxaca está en marcha.
Conspiración delicada, repleta de chantajes como lo prueba un largo pliego petitorio de la S22 con objeto de sabotear las elecciones federales a efectuarse el 1 de julio próximo y, por supuesto, obtener dinero, más prestaciones y posiciones políticas.
Golpe que significa grave ataque contra la educación; contra las instituciones públicas y privadas; contra el estudiantado en general y el magisterio, y contra la voluntad general y libertad de la población oaxaqueña.
Golpe con el fin de aplastar la incipiente democracia en momentos en que la nación vive una jornada electoral de enorme significado político y económico, lo cual, de ninguna forma es asunto menor como para descartarlo, o desviar.
La S22 anunció que bloquearán carreteras, que paralizarán y tomarán por asalto las refinerías y depósitos petroleros en Salina Cruz, que paralizarán los parques eólicos, que asaltarán las gasolineras y boicotearan las actividades del aeropuerto, que asaltarán los centros comerciales y tomarán por la fuerza los palacios municipales; que ocuparán por asalto la Cámara de Diputados y que intervendrán las instalaciones del gobierno de Oaxaca; que destruirán mobiliarios de las oficinas de los medios de comunicación y bloquearán los accesos carreteros a la Capital del Estado, según dan cuenta los diarios locales como el Sol del Istmo.
De llevarse a cabo esta conspiración y ataque contra el Estado, se estarían violando todas y cada una de las leyes y reglamentos que rigen la vida diaria de Oaxaca al obligar a más de 82 mil trabajadores de la educación suspender labores en los 12 mil centros de educación de los 37 sectores de regionales del estado.
Paralizar el sistema educativo del Estado sería delito grave que podría provocar la intervención de la fuerza pública, o de tropas militares, dependería del grado de violencia que los amotinados desplieguen.
Si las amenazas de la S22 se cumplieran, Oaxaca se colocaría ante un escenario que podríamos lamentar al momento que estalle la violencia y cuando surjan los reclamos y quejas de los delincuentes ante la Comisión de Derechos Humanos acostumbrados, a efecto de revertir mañosamente los delitos que se cometan contra el sistema educativo y la población en general.
A la conspiración de la S22 contra las autoridades, los mentores, los estudiantes y padres de familia; deberán agregarse los perjuicios que los amotinados ocasionaran contra los comercios establecidos, contra las actividades empresariales, contra el turismo que esta por iniciar el periodo vacacional y contra las regiones del Estado que se benefician del mismo.
¿Que pretende la S22 con esta maquinación cuando es corto el tiempo que falta para que la jornada electoral llegue a su fin y el electorado emita su voto?
Me queda claro, que se trata de una decisión amenazante y radical de la S22 que coincide con la visita del candidato presidencial de Morena que acompañado de líderes de la S22 a Guelatao prometió cancelar la Reforma Educativa y devolver la rectoría del sistema educativo a los conspiradores de la S22 y a la CNTE.
Poco después de la visita del candidato de Morena, la conspiración se hizo pública con agregado extra: actuarán violentamente contra todos los partidos políticos, excepto Morena, en los días previos a las elecciones Federal y Local.
Acciones que comprenderán quema de vehículos, destrucción de los paquetes electorales; asustar con rumores a los votantes para impedir que el día de la elección acudan a las urnas; así como aplicar tácticas de sabotaje mediante maniobras electorales amañadas.
Con ese objeto hizo campaña en Oaxaca el candidato de Morena, para pactar alianza con la S22 y afinar violentas estrategias de acción los días previos a la elección y, de esta forma, asegurar el triunfo de Morena.
¿Que solución tomará el gobierno del estado frente a la conspiración terrorista de un sindicato que “manda al diablo a las instituciones” y que, abiertamente, conspira contra la paz, la tranquilidad de la población y la libertad del sufragio, y que hoy, como cada año, presionará al gobierno, a fin de obtener nuevas y más prebendas?
—Tal vez solicitaría la intervención del Ejercito o la Marina para impedir los sabotajes.
—Tal vez podría negociar con los conspiradores un “baggage claim” (entrega de maletas) repletas de dinero en las oficinas del gobierno de facto en las oficinas de Polanco a cambio de desactivar la conspiración para inclinar la votación hacia su candidato.
—Tal vez no haga nada, ignore la situación o contemple como es destrozado el estado por los terroristas de la S22 al servicio del mejor postor.
@luis_murat
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