Condolencias a Mafalda: Ismael Ortiz Romero Cuevas

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Queridísima Mafalda:

 

Seguramente estás pasando por un momento tremendamente amargo; tal y como estamos muchos en gran parte del mundo. Se ha ido tu padre y eso sin duda, es una pérdida dolorosa para todos quienes, de alguna forma, tocó nuestra vida.

 

Y sé, querida Mafalda, que no debe haber palabras de consuelo en este momento ante tan triste acontecimiento, pero creo que vale la pena celebrar la vida de tu padre, Quino, para tener claro que eres así, porque él te educó así. Te hizo progresista en un tiempo en el que tu país tenía un presidente que era casi igual de idealista que tu padre y tú, Arturo Umberto Illia, quien por datos históricos se sabe, también quería una sociedad más justa y un mundo mejor, tal y como Quino te enseñó a que nos lo mostraras.

 

Quino también te enseñó, niña querida, que la paz mundial siempre es un tema del que se debe hablar como un aspecto de progreso y evolución, que nos tenemos que rebelar ante las atrocidades que producen las guerras y todo lo que atente contra la dignidad humana. Y eso también te hace tener ese carácter, a veces pesimista y a veces ocurrente, pero que no te quita tu postura crítica y categórica hacia la incapacidad de los humanos para lograr el avance de nuestra sociedad y de nuestro mundo; esas denuncias que salieron de la cabeza de Quino y que has llevado con un grandísimo honor, hizo que gran parte del planeta te admirara y te acogiera como una integrante más en la familia, como la inspiración de varias generaciones de jóvenes y como la niña berrinchuda pero querendona, que siempre protestaba porque le sirven sopa.

 

Mafalda de mi corazón; ha sido el querido Quino también quien te ha dotado de esa curiosidad certera para cuestionar y querer entender las cosas que muchas veces ni los adultos concebimos. No te sientas mal nunca, niña, por hacer esas preguntas que incomodan a los mayores, pues es ese espíritu fisgón y a veces imprudente, con el que nos has dado a todos tus seguidores, lecciones de vida difíciles de olvidar y más fáciles de digerir. Es esa curiosidad, la que nos enseña que la naturaleza humana no debe nunca perder esa sabiduría infantil que enaltece las capacidades indagatorias de todos y que vamos perdiendo cuando crecemos y nos comportamos de acuerdo con lo “políticamente correcto”.

 

Fue Quino también, amiga, quien te dotó de ese aliento progresista y feminista. Por ello siempre defiendes hasta el momento, la idea de la igualdad de derechos de las mujeres y su contribución a las actividades en todos los ámbitos. Tu sagacidad querida Mafalda, hoy haría tanta falta en la ONU, donde has deseado trabajar desde que te conozco, hablando diversos idiomas del mundo y aportando al mejoramiento de las políticas que mueven al planeta.

 

Así es querida Mafalda, no quiero aburrirte con tanta palabrería que se me ocurre para homenajear a tu creador, que te llevó a recorrer el mundo y que te dotó de esa inteligencia sarcástica tan directa. Es necesario celebrar a tu padre porque además de todo el talento que te otorgó, también hizo que muchas generaciones se convirtieran en lectores; junto a ti, fomentó que niños y jóvenes en el mundo rechazaran la guerra, el autoritarismo, los gobiernos totalitarios y todo lo que atentara en contra de la condición humana. Así es Mafalda de mi alma, tuviste un gran padre y sé que esta despedida debe resultar difícil para ti cuando apenas el martes 29 de septiembre, celebrabas tu cumpleaños. Pero debes estar orgullosa de ser quien eres, porque, aunque él se fue, estoy seguro que tú y tus ideas, se quedarán por muchísimo tiempo más entre nosotros, así como tus amados ‘Beatles’. Él te hizo un referente en el mundo entero.

 

Por favor, Mafalda, envía también un saludo cariñoso porque sé que también deben estar muy tristes a Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito, Libertad y Guille, tu hermano. También envío mis condolencias a tus padres, Joaquín y Raquel. Ánimo, querida Mafalda, aún hay mucho qué hacer por este mundo.

 

Mi Twitter:

@iorcuevas