Apenas dos días después de anunciar que no participara como candidato en las próximas elecciones, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi fue condenado ayer por fraude fiscal y sentenciado a cuatro años de prisión —reducidos después a uno— en un veredicto que le podría impedir ocupar cargos públicos durante cinco años. Sin embargo, los abogados de Berlusconi dijeron, en un comunicado, que apelarían la condena.
La corte, que comenzó a estudiar el caso en 2006, determinó además que Berlusconi no podrá dirigir una empresa durante tres años, sanciones que estarían vigentes sólo si la condena es ratificada en dos niveles de apelación. El juez, en todo caso, condonó tres de los cuatro años de prisión impuestos en base a una ley sobre indultos de 2006.
Berlusconi dijo que la sentencia “es una condena que tranquilamente puedo definir como política, increíble e intolerable”. El tribunal de Milán encontró culpable a Berlusconi de fraude fiscal en la compra-venta de derechos televisivos de su empresa Mediaset.
El juez de Milán Edoardo d’Avossa dijo a una sala abarrotada que entre 2000 y 2003 hubo “una cantidad muy significativa de evasión fiscal” y “un mecanismo de fraude increíble” en torno a la compraventa de derechos de emisión.
La prensa alemana, que siempre vio al gobierno de Berlusconi como una amenaza para Europa, interpretó el veredicto contra el ex premier italiano como el fin de su carrera política, aunque advirtió que lo más probable es que la condena caiga en prescripción antes de superar el tercer grado de juicio.
Agencias