Los execrables actos de violencia contra el semanario crítico y satírico Charlie Ebdo, en París, Francia, que cobraron este miércoles 7 de enero la vida de 12 personas, son un atentado contra la democracia, la civilización y la libertad de expresión. Merecen la condena y el repudio universal, porque lastiman a toda la humanidad, más allá de nacionalidades, sistemas y credos.
El acto se ha equiparado, por su impacto, a los atentados contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, cuando un grupo de terroristas atentaron contra el principal centro financiero mundial y cegaron la vida de miles de personas, entre ellas, decenas de mexicanos.
La condena de ahora, como entonces, tiene que ser al terrorismo como tal, no a una religión o al origen racial en particular. Tan importante y necesario es rechazar la violencia homicida serial como no caer en anatemas genéricos que sólo reproducen y alimentan el odio extremista de unos contra otros, como ha advertido el propio presidente francés Francois Hollande.
La advertencia del jefe de Estado la hizo para frenar la escalada de violencia en Francia, luego de que al acto terrorista contra el semanario liberal siguió, dos días después, la toma de rehenes en el supermercado judío Hyper Cacher, que acabó con la vida de cuatro personas más el secuestrador, un acto que calificó como “antisemita espantoso”.
Se trata de los peores actos terroristas en las últimas cinco décadas en Francia, pues son atentados contra la libre expresión de las ideas y contra la convivencia civilizada justamente en el país de origen de la declaración universal de los derechos del hombre.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, es uno de los documentos fundamentales emanados de la Revolución francesa (1789-1799), en los que se define a los derechos personales y colectivos como universales, es decir, como un patrimonio de los hombres, y que más tarde incorporaría el mismo reconocimiento para las mujeres.
De ahí la reacción de indignación, generalizada sobre todo en Europa. Fue muy significativa la participación de los principales líderes europeos, como la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente español, Mariano Rajoy, en una marcha en París junto al presidente francés, François Hollande.
Representantes de la Liga Árabe y algunos líderes musulmanes africanos, así como el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, también asistieron a esa marcha, para evidenciar que el dolor ante la tragedia, y la consecuente condena de los hechos es mundial, como también lo expresó en nombre del pueblo y del gobierno de México el canciller José Antonio Meade.
Lo peor que podría hacerse en el caso es guardar silencio ante actos que demeritan la convivencia pacífica y civilizada de todos los seres humanos. El terrorismo es un flagelo que tiene que condenarse y combatirse ahí donde se presente y contra quien se cometa. Ante la barbarie no caben medianías ni zonas grises.
En otro orden de ideas, continúa el ciclo de conferencias “Oaxaca en el debate nacional”, organizado mes a mes por la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO, un esfuerzo coordinado por el Dr. Carlos Tello Díaz que ya va a cumplir 30 meses, es decir dos años y medio.
En este ciclo de análisis y debate han participado los intelectuales más acreditados en las distintas disciplinas de las ciencias sociales, entre ellos, Teresa Franco (desarrollo social y patrimonio cultural y natural); Rolando Cordera y Carlos Tello Macías (la disputa de la nación); Jorge Alcocer (la democracia directa); Carlos Elizondo Mayer-Serra (la reforma fiscal); Gilberto Guevara Niebla (la reforma educativa).
Además, Jacqueline Peschard (el derecho a la información); María Elena Medina Mora (las drogas ilegales); Roy Campos (las encuestas y la política); José Woldenberg (la transición democrática); Felipe Muñoz (el deporte); Silvia Hernández (el turismo en México); Enrique Krauze (democracia sin adjetivos); Marta Lamas (la equidad de género); Mauricio Hernández (los retos de la salud en Oaxaca); y el más reciente, el excanciller Jorge G. Castañeda, quien presentó su libro “Amarres Perros”.
El próximo viernes 16 el tema a disertar será “México, Cuba y Estados Unidos: la historia de su relación”, que impartirá el connotado especialista Rafael Rojas, historiador y ensayista, colaborador del diario español El País, y profesor en el Centro de Investigación y Docencia Económica, CIDE; su trabajo ha sido reconocido y galardonado con el Premio Anagrama de Ensayo 2006 y el Primer Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco 2009.
Desde la Cámara de Diputados del Congreso Federal, y desde todos los foros civiles y ciudadanos, mi voz y mi voto seguirán siendo en favor de la tolerancia universal, la civilidad política, el debate razonado y la generación de ideas que promuevan la democracia, la libertad de pensamiento y una mejor calidad de vida en el mundo, en México y en Oaxaca.
En un tiempo en el que se precisa como nunca de una apuesta clara por los valores de la inclusión y la tolerancia, la defensa de las libertades públicas en Francia y en todos los países tiene que ser una posición común de todos los que aspiramos a un mundo de respeto al derecho ajeno, la máxima juarista por antonomasia.