El Presidente ruandés, Paul Kagame, condenó la arrogancia de los países occidentales, tras el arresto en Londres de su jefe de inteligencia, Karenzi Karake, reclamado por la justicia española por la muerte de varios españoles en el país africano.
“El arresto del jefe del jefe de los servicios de inteligencia está basado en la arrogancia absoluta y el desdén”, dijo Kagame en un discurso ante el Parlamento.
“Lo deben haber tomado por un inmigrante ilegal. La forma en que tratan a los inmigrantes ilegales es la forma en que nos tratan a todos”, añadió.
“Los negros se han convertido en blancos de entrenamiento de tiro”.
El discurso de Paul Kagame tuvo lugar el mismo día en que el General Emmanuel Karenzi Karake comparecía ante la justicia británica en Londres, que debe decidir sobre un pedido de captura emitido por España.
Kagame cuestionó el derecho de Gran Bretaña de detener a Karake a pedido de la justicia española, que lo acusa de actos de terrorismo en relación con la muerte de nueve españoles, que habrían sido asesinados por haber ayudado a refugiados hutus.
El arresto llega siete años después de que la Audiencia Nacional, la principal instancia penal española, lanzara un proceso judicial contra 40 militares ruandeses acusados de genocidio y crímenes de guerra.
Los cargos más graves, genocidio, crímenes de lesa humanidad, fueron abandonado debido a una modificación de la ley sobre la justicia universal que posibilitaba esas inculpaciones.
Paul Kagame dijo que Karenzi Karake era un combatiente de la libertad, y acusó a los países europeos de racismo.
Según Kagame esos países quieren humillar a Ruanda para ocultar su complicidad en el genocidio de 1994, en el que murieron 800 mil personas, en su mayoría tutsis.
“Quieren despojarse de su responsabilidad diciendo ‘no es culpa nuestra’, son salvajes de África que se matan entre ellos'”, dijo Kagame.
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