Conceptos y Decisiones: Adán Córdova*

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IDEOLOGIA POLITICA.

“Cuando no se puede explicar un resultado

se considera multifactorial”.

Dra. María Marvan.

Cuando los estudiosos de las ciencias políticas analizan los resultados de una elección, es natural que traten de explicar cuáles fueron las razones que motivaron a la mayoría de los electores a votar, y sobresalen capítulos  como “Los sectores sociales”, “El análisis de las propuestas”  y “Las ideologías políticas”.

Uno de los que más llama la atención es el de “Los sectores sociales”, aquel que explica el resultado desde la clasificación a los ciudadanos por sector laboral, religioso, grupo de interés,  capacidad económica, entre otros y que en resumen podemos determinar que a mayor número de ciudadanos en un sector y empatía o pertenencia de algún candidato, mayor número de votos.

El apartado “Análisis de las propuestas”, explica que los votantes conocieron a los candidatos y sus propuestas de trabajo, acciones concretras –obras estructurales o reformas parlamentarias-, que a consideración de los ciudadanos hubo empatía,  lo que atrajo la intención del votante.

En el capítulo “Ideologías políticas”, la mayoría de los estudios considera que a mayor número de afiliados o simpatizantes de un partido, mayor número de votantes, comparado no sólo con el padrón de los partidos sino con los resultados históricos obtenidos de una casilla o una sección electoral.

En los tres conceptos principales, los partidos políticos han perdido mayor impacto en el resultado de una elección:

Durante la mayor parte del siglo XX los analistas de los problemas político-electorales en México, destacaban que la mayoría de los electores votaba por el partido en el poder, motivada por distintas razones: políticas, económicas o ideológicas.

Es conocido que esos institutos partidistas consideran en sus estatutos o ejes de acción, -entre otras responsabilidades-, difundir  su ideología de partido, tener mayor contacto con la ciudadania o formar cuadros, como se denominaba de manera coloquial hace unas decadas. Con frecuencia, éstas acciones se concentraban en convocar a sus militantes e interesados a escuchar a un político de renombre nacional, incluso a los gobernadores nombrandoles como el primer afiliado en el estado.

Otras acciones más recurrentes, pero no menos importantes fueron convocar a conferencias, cursos de oratoría, debate político, talleres de disertación o  de conocimiento del partido políticos, algunos organizados, impartidos y conducidos por líderes del partido o servidores públicos. Incluso, las acciones no sólo estaban enfocadas a los ciudadanos sino también a los jovenes que no alcanzaban la mayoría de edad.

La participación de la ciudadania en estos eventos no siempre obtenía su afiliación, pero permitía que quienes participaban, formaran un mayor y mejor criterio  respecto a los institutos políticos, se tenía mayor contacto con los funcionarios del partido y los servidores públicos en funciones y a la vez se alcanzaba uno de sus objetivos: mayor contacto y difusión de su plataforma ideológica.

Hoy, no es posible concebir la democracia sin partidos políticos, por ello, es trascendente abrir sus puertas a la ciudadanía y promover su cercanía; asumirlo como una responsabilidad de quienes les dirigen y una obligación para con la sociedad a la cual se deben, pues también deben asumirse como responsables de la participación ciudadana en una contienda electoral y elementos trascendentes en la formación de ciudadanía.

(*) El autor es egresado de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y realiza estudios de Análisis Político en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

 

Correo Electrónico: adancordovatrujillo@gmail.com