Con sesión solemne recuerdan a Macedonio Alcalá.

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Con una Sesión Solemne de Cabildo, el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez conmemora el 153 aniversario luctuoso de Macedonio Alcalá, en el teatro que lleva su nombre ubicado en el centro de la ciudad de Oaxaca de Juárez.

 

 

Una vez que se instaló la sesión solemne de cabildo, se recibió como invitado de honor, a Francisco Carrillo, en representación de la Octava Región Militar.

 

Durante su intervención, el presidente municipal, Francisco Martínez Neri, reconoció la trayectoria de Macedonio Alcalá, y su destacable vals “Dios Nunca Muere”, así como otras melodías del compositor oaxaqueño, que han sido recuperadas.

 

Macedonio Alcalá nació en la Ciudad de Oaxaca en 1831. Desde temprana edad mostró interés hacia la música y comenzó a asistir a la escuela fundada por el profesor José Domingo Martínez.

 

Su talento musical fue evidente, y enseguida aprendió a tocar el piano, chelo, viola, flauta y oficleido. Fue un músico consumado con todos estos instrumentos, pero su principal instrumento fue el violín.

 

Como violinista, fue ampliamente solicitado no sólo en iglesias, sino también en bailes populares y reuniones sociales.

 

Cuando concluyó sus estudios regresó a la entidad, donde se convirtió en miembro de la Orquesta Filarmónica de Santa Cecilia, una orquesta especializada en la interpretación del trabajo de compositores locales.

 

Poco tiempo después se convirtió en director de la Banda de Música de Oaxaca. En 1850 ya dirigía un pequeño conjunto de bailes, palenques, serenatas y fiestas particulares.

 

Murió a causa de su enfermedad en Oaxaca el 23 de agosto 1869, a la edad de 37 años, dejó viuda a Isabel Martínez y en la orfandad a sus tres hijos: José de 12, Ignacio de 10 y Soledad de nueve años de edad, respectivamente. Después de su muerte, su hermano Bernabé publicó el vals Dios Nunca Muere bajo su nombre, pero los nativos de Tlacolula protestaron y demostraron que el trabajo era obra de Macedonio.

 

El vals es el himno del estado, las y los oaxaqueños se ponen de pie al escucharlo. Un teatro y una calle de la Ciudad de Oaxaca, llevan su nombre en su honor.