Jaime GUERRERO
En medio de cuestionamientos, las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia aprobaron el dictamen que propone la terna de candidatas a ocupar la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), para el periodo 2024-2029, integrada por Paulina Hernández Diz, María del Rosario Piedra Ibarra y Nashieli Ramírez Hernández.
El debate y la polémica se centró en Piedra Ibarra, quien fue la peor calificada por los senadores para continuar en la CNDH, pues sólo obtuvo 1 de 15 puntos.
Tania Ramírez Hernández resultó como la segunda aspirante con más puntaje dentro de la evaluación de los legisladores que integran la comisión de Justicia, una de las dos que conduce el proceso para designar a la terna ante el pleno del Senado.
Sin embargo, fue desplazada del proceso para facilitar la reelección de la cuestionada Piedra Ibarra.
La activista también resultó entre las mejores evaluadas por la secretaría técnica de esa comisión y por la comisión legislativa de Derechos Humanos, que también la incluyó entre las aspirantes con más alta evaluación.
La inclusión de la actual titular de la CNDH, fue para buscar un “consenso político”, según informó el senador Javier Corral, presidente de la Comisión de Justicia.
No obstante, Nashieli Ramírez y Rosario Piedra, no tendrían por el momento la mayoría calificada del pleno para llegar a la Comisión, por tanto, la bancada de Morena decidió postergar la elección para la próxima semana.
La terna aprobado, recibió 20 votos a favor de Morena, PVEM y PT, así como nueve votos en contra del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, y cero abstenciones.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Reyna Celeste Ascencio Ortega, afirmó que para llegar al dictamen se realizó un parlamento abierto en el que participaron 13 organizaciones sociales, y se llevaron a cabo 47 comparecencias de las y los candidatos a presidir la CNDH.
Ascencio Ortega afirmó que se registraron perfiles “muy buenos” de al menos 19 estados de la república, así como cartas de apoyo a candidatas y candidatos.
Destacó que con base en el proceso referido ambas comisiones resolvieron la terna, y refirió que la decisión fue “complicada” dado que diversos perfiles eran “viables”.
El presidente de la Comisión de Justicia, Javier Corral Jurado, justificó que la integración de la terna se realizó tomando en cuenta los comentarios y recomendaciones que hicieron las organizaciones civiles, las comparecencias y las entrevistas que se realizaron en particular con las y los candidatos; además de que cada comisión tuvo métodos diferentes para poder llegar a la terna.
Corral Jurado describió que los tres nombres se escogieron de una lista de los 12 mejores perfiles, mismos que fueron evaluados con indicadores en un procedimiento en el que participaron los miembros de ambas comisiones, sumado a las reuniones que sostuvieron con los coordinadores parlamentarios.
Especificó que en la Comisión de Justicia se definieron cinco personas: Nashieli Hernández Ramírez, Tania Hernández Ramírez, Paulina Hernández Diz, Karla Alejandra Obregón Avelar y Carlos Pérez Vázquez.
“Se buscaron perfiles con el mayor consenso posible. En lugar de proponer la reelección directamente, estamos proponiendo una terna para elegir a la nueva presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Hemos cumplido con el procedimiento, hicimos un trabajo pulcro y transparente, escuchamos a los senadores que representan a todas las fuerzas políticas”, dijo Javier Corral.
Ricardo Anaya Cortés, del PAN, anticipó que votarán contra del dictamen, pues ante el contexto político, en donde un solo partido tiene el control del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y ahora del Poder Judicial se requieren los contrapesos; por eso consideró un “exceso, desmesura y una falta de autocontención” que en la terna se incluya a Rosario Piedra, cuando fue la candidata “peor” evaluada.
Por el PRI, Claudia Edith Anaya Mota informó que su grupo parlamentario “no acompañará el dictamen” por la opacidad y la falta de transparencia en el proceso de elección, porque en el dictamen no se está considerando la opinión de las organizaciones civiles y porque se incluyó a Rosario Piedra, pese a que obtuvo la calificación más baja.
Alejandra Barrales Magdaleno indicó que Movimiento Ciudadano votará en contra del dictamen, porque no se están colocando a los tres mejores perfiles como se dijo en la convocatoria, sino sólo a dos de ellos y sí se está integrando en la terna a la “peor” calificada, que es Rosario Piedra, quien ocupó el lugar número 15 de la lista de selección, es decir el último.
Por Morena, Enrique Inzunza Cázarez, celebró que la terna esté integrada por mujeres y que en ella se haya incluido a la señora Piedra Ibarra, toda vez que normativamente tiene derecho a participar.
Señaló que Paulina Hernández es una joven preparada y con méritos probados, mismos que, dijo, los tienen también Nashieli Ramírez, quien mostró conocimiento del tema, experiencia y trayectoria. “Será en el pleno, con el voto de conciencia de cada uno de las y los senadores como se definirá a quien tengan esa altísima responsabilidad”.
Integrantes del colectivo #LaCNDHQueQueremos descalificaron el proceso de selección de la terna que será sometida al pleno del Senado de la República para designar a la persona que ocupará la presidencia de CNDH.
Consideró que el proceso instrumentado por las comisiones legislativas de Derechos Humanos y Justicia, presididas por Celeste Ascencio y Javier Corral, fue una “simulación”, al no tomarse en cuenta las observaciones y monitoreo de las organizaciones de la sociedad civil que participaron en el parlamento abierto e incluir a Rosario Piedra Ibarra en la terna.
Al señalar que, con base en los criterios establecidos, las finalistas Rosario Piedra Ibarra, Nashieli Ramírez Hernández y Paulina Hernández, “no fueron los mejores perfiles”, lamentó que “no fue totalmente una evaluación técnica, sino que imperaron criterios políticos, como lo reconoció el presidente de la Comisión de Justicia”.
Al recordar que, en la entrevista con los senadores, Rosario Piedra rechazó tender puentes de entendimiento con organizaciones que fueran críticas de su gestión, la ONG no está con las víctimas, sino que le apuesta a una gestión ineficiente y omisa en distintos procesos y reformas importantes en materia de derechos humanos.