Al despuntar el alba el sonido de las campanas de la Catedral Metropolitana marcó el inicio de la celebración del 487 Aniversario de la elevación de la Villa de Antequera, hoy Oaxaca de Juárez, al rango de Ciudad.
En punto de las 6:30 horas y durante 30 minutos los campanarios repicaron con alegría para anunciar el inicio de esta celebración que llena de orgullo a las y los oaxaqueños.
Posteriormente, el Presidente Municipal Oswaldo García Jarquín, miembros del cabildo, funcionariado municipal, cientos de capitalinos, así como turistas nacionales y extranjeros, unieron su voces al Coro de la Ciudad y a la cantante Ana Díaz para entonar las “Mañanitas oaxaqueñas” y las tradicionales “Mañanitas”, como una muestra de amor y homenaje a la capital oaxaqueña.
En la Alameda de León, el edil y las y los asistentes entonaron las melodías para demostrar su amor por esta tierra que un día como hoy, pero de 1532, mediante cédula del Rey Carlos I de España y V de Alemania, otorgó el rango de “Ciudad” a la entonces Villa de Antequera y que hoy en día es Ciudad Patrimonio Mundial.
De esta forma las y los asistentes pudieron disfrutar melodías como el emblemático tema Dios nunca muere, la Canción Mixteca, Guendanavani, El feo y Sabor a mí, entre otras. En su oportunidad la intérprete Ana Díaz agradeció al Presidente Municipal Oswaldo García Jarquín por permitirle formar parte de los festejos a la Verde Antequera.
En este ambiente de algarabía y fiesta el edil citadino compartió en compañía de los miembros del cabildo Jorge Castro Campos, Indira Zurita Lara, Fernanda Mau Gómez, Pavel Renato López Gómez, José Manuel Vázquez Córdova y la Directora de Cultura y Turismo Gloria Martínez López, degustó y compartió manjares de la gastronomía oaxaqueña como son los tamales de mole negro, dulce, verde, rajas con pollo y un delicioso atole que se dio a las personas que desde muy temprano se congregaron para celebrar a la ciudad capital.
Autoridades municipales y ciudadanía, así como turistas nacionales y extranjeros, entre vivas, aplausos y el grito “¡Que viva Oaxaca!”, dieron vida a esta celebración, demostrando que Oaxaca es una Ciudad llena de cultura, folclor, tradición y gente cálida y orgullosa de sus raíces.