Carina García
*Salud y trabajo, entre las principales peticiones
Los ramilletes de flores de colores dan la bienvenida al corazón de la ciudad de Oaxaca: la Catedral Metropolitana. A los costados del Señor del Rayo se han encendido las veladoras, cada una con una intención.
Entre el humo del incienso, las plegarias son elevadas al santo considerado uno de los más milagrosos.
Cientos de oaxaqueños y oaxaqueñas acudieron este día a ofrendar a dar gracias por los favores concedidos, pero también para solicitar muchos más.
El templo católico era cada vez más abarrotado por los feligreses, quienes buscaban lugar para escuchar las celebraciones de misas y poder acercarse a la imagen del Señor del Rayo.
Provenientes de diversas regiones del estado, los hombres y mujeres eran cada vez más. Doña Lourdes arribó al templo muy temprano por la mañana para dar gracias por los favores cumplidos.
“El Señor del Rayo es muy milagroso, nos quiere mucho y por eso nos ayuda en todo lo que le pedimos, pero hay que pedirle con fe y también pedirle cosas que pueda cumplirnos, no vamos a llegar a querer solicitarle dinero, hay que trabajar”, dijo.
A pesar de su edad y el cansancio que trasladarse de un lugar a otro implica, la mujer es fuerte y asegura que mientras este viva seguirá acudiendo cada 23 de octubre a celebrar al Señor del Rayo.
Ya afuera en la explanada de la Catedral Metropolitana, los expertos en pirotecnia comenzaron a armar el castillo que será ofrendado al Santo.
Dos bandas, amenizaron los festejos. Desde los primeros fulgores de este día las mañanitas fueron entonadas por los feligreses y después de medio día los antojitos regionales fueron distribuidos entre los asistentes a la misa.
