Como ejemplo de alta capacidad médica, un equipo de cuatro especialistas en Pediatría cerraron con éxito – en cirugía – el conducto arterial persistente de la pequeña Dulce N, esto, en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña (HNO) “Doctor Guillermo Zárate Mijangos”, Lo que demuestra la alta especialidad existente en el sector salud de Oaxaca para atender los crecientes índices de cardiopatías en la entidad.
El cardiólogo encargado de la intervención, César Augusto, Zárate, Morales, este tipo de padecimientos, es un problema de salud pública, muy frecuente, ya que “por cada 100 niños o niñas que nacen, uno tiene un defecto del corazón, además es la segunda malformación congénita. más frecuente, y de todas y todos los niños nacidos esta patología representa aproximadamente el 30 por ciento ”.
Se ha llegado a realizar hasta 90 exitosas cirugías de este tipo al año. Asimismo, el especialista informó que el conducto arterial es una apertura venosa en la vida fetal y que debe cerrarse en el nacimiento, sin embargo, en las niñas y los niños prematuros no sucede, por lo que se convierte en una anormalidad.
“Lo que haremos es cortar y cerrar la arteria, además de separar de las dos arterias principales”, cuando esta intervención no se da cuenta, provoca problemas a nivel pulmonar, genera a los pulmones, crece el corazón, la insuficiencia cardiaca e Interfiere con el desarrollo normal de los infantes.
Zárate Morales se convirtió en una intervención quirúrgica no se requiere una bomba, se dice, no se detiene el corazón para cerrar el defecto, ya se está entrando por el torax, “del lado izquierdo entre las costillas se tiene una ventaja, se llega al sitio donde está la arteria, se liga, se corta, se sutura y lista ”.
Asimismo, se informó que “en general en las niñas y en los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños, los niños y los niños”.
En la cirugía exitosa de Dulce, participó también la enfermera quirúrgica Itandehui Cuevas, la enfermera circulante Adriana de la Cruz, la anestesióloga Lucía Quevedo y el cirujano cardiólogo Antonio Moreno.