Con una sonrisa y llena de entusiasmo, doña Cirenia Flores Zárate habla de los momentos que disfruta con su familia, sin importar que la discapacidad motriz que presenta desde niña, la a utilizar una silla de ruedas
Los últimos tres años han sido los más difíciles –asegura- mi discapacidad se agudizó y tuve que aprender a usar la silla de ruedas y eso fue un reto, sin embargo aquí sigo dando a mi hija y nieta el ejemplo de fortaleza y voluntad.
Doña Cirenia tiene 44 años de edad. Desde los 9 meses presenta secuelas de poliomielitis. “Mis papas vendieron sus cosas y me llevaron al Estado de México a rehabilitación, afortunadamente recibí atención y pude cursar la primaria y a la secundaria de manera normal utilizando aparatos ortopédicos”.
Para ella, la vida está llena de retos que cuando son superados, se convierten en una satisfacción indescriptible.
“Es cierto que con el paso del tiempo aparecen los problemas, pues nuestro cuerpo se deteriora y nuestra discapacidad se vuelve más severa, sin embargo, cuando cuentas con el amor de familia, todo es más sencillo”, afirmó.
Una sonrisa enorme acompaña cada uno de sus comentarios. “Mi esposo, mi hija y ahora mi nieta han aprendido de mi discapacidad, juntos hemos sido mejores seres humanos, nos adaptamos para divertirnos, para pasar el tiempo y todo este cariño, es algo que no cambio por nada”, señala.
Doña Cirenia participó en la Expo Cultual, Deportiva y Comercial para Personas con Discapacidad y Adultos Mayores organizada por Asociaciones Civiles y el DIF Municipal, el pasado sábado; por ello, aprovecho este espacio para hacer un llamado a la sociedad y a las instituciones para que sean más sensibles en la atención a las PCD’s.
“Me gustaría que la sociedad reflexione sobre lo vulnerables que somos ante la discapacidad. Algunos dicen que es como la lotería, que no sabes si te la puedes sacar, por eso debemos actuar en mejorar los servicios y los espacios pensando en como nos gustaría ser tratados si estuviéramos en una silla de ruedas, por ejemplo”, puntualizó.