* Cipriano Flores Cruz y Miguel Ángel Carballido Díaz presentaron el libro Oaxaca: Comunalidad Política: Nombramiento de Autoridades. Oaxaca es un caso único y pionero en el país en el reconocimiento de la diversidad cultural.
* El mundo de la comunidad y los principios de la filosofía de la comunalidad aparece como una alternativa para construir una nueva civilización en donde quepamos todos, con todas nuestras diferencias, sostienen los autores.
Oaxaca es un caso único y pionero en el país en las transformaciones, proclives al reconocimiento de la diversidad cultural, resalta el libro Oaxaca: Comunalidad Política: Nombramiento de Autoridades de la autoría de Cipriano Flores Cruz y Miguel Ángel Carballido Díaz.
El libro fue presentado en el marco de la instalación del Observatorio Latinoamericano de Sistemas Normativos Indígenas, en el Auditorio del Archivo General del Estado de Oaxaca, con la participación de destacados académicos e investigadores latinoamericanos.
“De la sociedad de santos del medioevo hemos pasado a la sociedad de cerdos, que vive de la pura necesidad y ha olvidado la espiritualidad que a veces alimenta mejor”, subraya el libro en su introducción de 260 páginas.
Cada vez más los Estados, los gobiernos y las administraciones públicas muestran su impotencia para, por lo menos, equilibrar los conflictos que nacen de esta sociedad líquida. La violencia de los malosos los están superando, como antaño, las seguridad de las personas y de sus bienes es prioridad, en éste ámbito los Estados están perdiendo la partida.
Los autores afirman no sin razón que, además, una gran suma de necesidades humanas se está convirtiendo en derechos, por lo tanto exigibles, además que estas necesidades se están incrementando a una velocidad increíble, que no existe Estado alguno que pueda humanamente responder.
“Por el contrario, enfatizan, el mundo de la comunidad y de los principios de la filosofía de la comunalidad, que le es propio, aparece como una alternativa para construir una nueva civilización en donde quepamos todos, con todas nuestras diferencias”.
Como resultado de una singular tradición política trazada sobre el arraigo de la institución municipal, los pueblos originarios oaxaqueños han arribado al siglo XXI con formas de organización política local y regional que contrastan grandemente con el resto de las entidades federativas.
Tal vez tenga mucho que ver con ello el ingenio estratégico de ajuste político de una sociedad que ha resistido el embate de la dominación y la pobreza a lo largo de los siglos.
Desde mediados de la década de los ochenta, Oaxaca viene transitando por cambios sociales e ideológicos, cuyo proceso ha derivado en una serie de reformas jurídico políticas iniciadas en la década de los noventa.
Como parte de este proceso destaca el reconocimiento en la Constitución Local de la composición étnica plural que define a la entidad, la protección de las tradiciones y prácticas democráticas de las comunidades indígenas utilizadas para la elección de sus ayuntamientos.
El reconocimiento del sistema de Usos y Costumbres para la elección municipal; la libertad de asociación de los municipios indígenas considerando su filiación étnica e histórica.
Además de diversas reformas a las leyes estatales, se encuentra el novedoso marco jurídico del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado de Oaxaca, que desde 1995 norma los principios y disposiciones generales para los procesos electorales municipales bajo el sistema de Usos y Costumbres, reformado con base en las lecciones aprendidas en nueve procesos electorales.
El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca, Miguel Ángel Carballido Díaz, puso de relieve la trascendencia de las sentencias del mismo en la solución de los conflictos electorales indígenas que al ser ratificadas por la Sala Regional Xalapa y la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sentaron un precedente nacional.
La obra constituye un acercamiento a los mecanismos que los pueblos indígenas se han dado para elegir a sus representantes comunitarios. Cipriano lo hace con gran solvencia porque plasma no solo el conocimiento teórico, fundamental en toda obra de esta naturaleza, sino la experiencia personal, sus vivencias propias de indígena zapoteco, precisa Porfirio Flores, quien junto con Filiberto Chávez participó en la presentación del libro.
Pero además, lo hace con la autoridad que representa haber sido el principal impulsor del reconocimiento de elección de 418 municipios que en su momento fueron llamados usos y costumbres y que hoy ascienden a 417 y cuya forma de elección hoy se conoce como Sistemas Normativos Indígenas.
Destacó la presencia de la Presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Esmeralda Elizabeth Arosemena B. de Troitiño; la Presidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe, Mirna Kay Cunningham Kain; y Nora Rosana Flores Sartoressi, experta en Materia Municipal de Guatemala.
También participaron la doctora María del Carmen Alanís, ex magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; la ex Procuradora General de la República, Marisela Morales Ibáñez, y el Coordinador del Centro de Estudios Municipales y Metropolitanos de la UNAM, Carlos Rojas Gutiérrez.
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