Beyoncé se sinceró con la revista People sobre su nuevo título como la mujer más bella del mundo. Ella admite que se preparó para dar a luz el pasado enero como si fuera para una fiesta, con cejas depiladas, manicura y pedicura hechas y lip gloss. Pero a la hora de la verdad, “no me sentí bella durante el parto, ¿quién se siente así?”.
“Pero después de muchas horas de parto, no me importaba nada más que mi niña. No me importaba como yo lucía”. La mujer dice que el parto ha sido el momento en que más poderosa se ha sentido en su vida. “Me sentí conectada a mi cuerpo. Sentí que tenía un propósito en el mundo”.
La estrella dice que los 16 kilos que ganó durante el embarazo impedían que se reconociera a sí misma, pero le ha ido muy bien rebajando. “Perdí la mayoría del peso lactando. Le exhorto a todas las mujeres que lo hagan, es tan bueno para el bebé y para una”, recomendó quien lactó a Blue Ivy por 10 semanas.
Después de un mes de parir Beyoncé comenzó a hacer dieta y ejercicios. “Cuento calorías y me ejercitaba tres o cuatro veces a la semana. Comencé caminando y ahora estoy corriendo, pero tuve que hacerlo de esa manera. No podía salir corriendo después de dar a luz”.
La artista se siente orgullosa de sí por haber recuperado su cinturita, pero eso se lo adjudica a la lactancia, el resto ha sido ella. Ella dice que le falta un kilo para ganar su peso previo a su embarazo, pero siente su cuerpo más suave, sus curvas más definidas.
Agencias