Una gran operación de limpieza y reconstrucción inició hoy la ciudad de Cheliabinsk, localidad ubicada en la región de los montes Urales, tras la caída del meteorito que dejó daños materiales calculados en 33 millones de dólares y más de un millar de heridos.
La maniobra a gran escala cuenta con la participación de 20 mil trabajadores, mientras los habitantes de la ciudad ubicada en el corazón industrial de Rusia se recuperan de la conmoción causada por el meteorito.
El meteorito, que por definición es un fragmento de un asteroide que entra a la Tierra, liberó una energía que supera 30 veces la potencia de la bomba atómica lanzada en 1945 en Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.
El presidente ruso Vladimir Putin ordenó la operación para ayudar a las mil 200 personas que resultaron heridas, entre ellas 200 niños, en su mayoría lesionados por cristales rotos a causa de la onda de choque que generó el estallido de meteoro.
La mayoría de los voluntarios participan en el arreglo de ventanas y en la retirada de restos en los edificios dañados. Cheliabinsk y otras ciudades también han organizado colectas de ropa y alimentos para ayudar a los afectados.
Las autoridades de Cheliabinsk, capital de la región homónima, han reforzado las medidas de seguridad en las infraestructuras e instalaciones vitales de la ciudad, reportó el canal de noticias Russia Today.
Fragmentos del gran meteorito, que al entrar a la atmósfera terrestre empezó a desintegrase, cayeron en un lago cerca de Chebarkul, una ciudad en la región de Cheliabinsk, sin embargo los equipos de buceo no han encontrado ningún resto.
“Los buzos realizaron búsquedas en el lago y no encontraron nada”, indicó el gobernador Mijaíl Yurévich, que no está convencido de que los restos del meteorito puedan ser encontrados.
“Creo que es poco probable, ya que probablemente se quemaron (los fragmentos)”, señaló el jefe de la provincia, que confirmó que, no obstante, los buzos “seguirán buscando”.
“Los expertos están explorando todas las áreas posibles de la caída del meteorito”, afirmó por su parte el Ministro ruso de Emergencias, Serguéi Puchkov, según el cual los fragmentos podrían haber caído en otros tres lugares, además de en el lago Chebarkul.
La Academia de Ciencias rusa confirmó que el meteorito de unas 10 toneladas entró en la atmósfera celeste con una velocidad de entre 15 y 20 kilómetros por segundo, y estalló a gran altura (entre 30 y 50 kilómetros) y se evaporó en su mayor parte.
Pequeños fragmentos llegaron al suelo, a una distancia de hasta un kilómetro de la ciudad de Chebarkul, de 40 mil habitantes.
Las autoridades locales han informado de tres mil edificios afectados, sobre todo con las ventanas reventadas, en una zona donde la temperatura rondaba los 15 grados bajo cero. Los equipos para medir radiación en la zona no han detectado niveles anómalos.
La región de Chelyabinsk, a unos mil 500 kilómetros al noreste de Moscú, es el hogar de muchas fábricas, una planta de energía nuclear y el almacenamiento de residuos nucleares de Mayak y el centro de tratamiento.
Agencias