Con la tradicional calenda de arreglos florales comenzó este viernes la Feria anual en el municipio conurbado de San Agustín de las Juntas, en honor a su patrono San Agustín Obispo que se celebra el 28 de agosto.
A pesar de su cercanía con la ciudad capital, este municipio de aproximadamente diez mil habitantes conserva costumbres y tradiciones, como la mayordomía, las calendas; pirotecnia y la Danza de la Pluma; y elige a sus autoridades mediante el sistema de usos y costumbres.
La calenda consiste en un recorrido de decenas de “madrinas”, niñas, jóvenes y adultas, portando en la cabeza una canasta adornada con flores de diversos colores y con figuras de imágenes, sin faltar la del patrono del pueblo, San Agustín Obispo. La calenda es encabezada por el mayordomo Canuto Méndez Aquino; las madrinas ataviadas de chinas oaxaqueñas son admiradas por propios y visitantes.
Luego de una celebración Eucarística, la calenda pasa por el palacio municipal en donde las madrinas bailan con las autoridades encabezadas por el presidente municipal, Samuel López Aquino y concluyen en la casa del mayordomo que les sirve una cena especial.
Juegos pirotécnicos
Según la costumbre del pueblo, los juegos pirotécnicos son patrocinados por el mayordomo de la festividad y se encienden este sábado 27 de agosto alrededor de las 10:30 de la noche en la explanada del palacio municipal, en donde miles de personas se concentran para admirar la quema del castillo, los toritos, las monas y guajolotes, así como las cascadas de luces en el templo católico. El costo de los “juegos” fluctúa entre los 35 y 40 mil pesos.
Danza de la Pluma
El programa de Feria de San Agustín de las Juntas incluye la Danza de la Pluma, impulsada desde los años 50 del siglo XX por Don Cipriano Robles y que se baila a partir del mediodía del domingo 28 y lunes 29 de agosto en el parque municipal, interpretada por un grupo de danzantes del pueblo, quienes a pesar de los costos económicos siguen manteniendo esta representación de la conquista española. Un penacho de danzante costaría aproximadamente más de cinco mil pesos, además del atuendo autóctono y la actuación de la banda de música durante todo el día.
Durante la Feria popular no pueden faltar los juegos mecánicos que le dan vida a la festividad que se convierte en una romería en la que participan miles de visitantes, de pueblos circunvecinos y de la capital del estado. También hay baile popular, y en la octava se organiza el jaripeo ranchero.
Agencia JM
