La falta de políticas públicas en la distribución y cuidado del agua, así como la creciente escasez, ha generado que en Oaxaca, empresas transnacionales comercialicen cada año 80 litros del líquido por habitante, lo que genera ganancias de miles de millones de dólares.
Lo anterior resulta un gran negocio para Bonafont, Danone, Ciel, Coca-Cola, Electropura, Pepsico y Nestlé, entre otras marcas, sobre todo para embotelladoras, advirtió el director del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca (INSO), Juan José Consejo.
“Tenemos un problema grave de disponibilidad del agua, sobre todo en lugares como los Valles Centrales y la Mixteca; por lo tanto, se tiene que trabajar en la captación, distribución y el cuidado del líquido”, planteó el ambientalista Lorenzo Gutiérrez, quien por años se ha dedicado a la investigación de este tema.
México, segundo consumidor mundial
Según el estudio “Agua Municipio y Sustentabilidad”, del Centro de Servicios Municipales “Heriberto Jara” A.C (Cesem), las transnacionales generan ventas mundiales de más de 22 mil millones de dólares al año.
En México, cada año se consumen aproximadamente 87 litros de agua embotellada por persona, lo que arroja ganancias de más de 32 mil millones de dólares directos para las grandes empresas, así es como se coloca al país en el segundo consumidor mundial, sólo después de Italia, en el rubro del agua embotellada.
El volumen de ventas de agua purificada se incrementó en casi dos millones de litros entre 2001 y 2012, mientras que el valor de las ventas aumentó 100 por ciento en el mismo periodo, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Cifras que han preocupado a diversos sectores de la población.
Disminuye disponibilidad del agua
En menos de 60 años, la disponibilidad media per cápita de agua en México ha disminuido en un 75 por ciento, al pasar de 18 mil 35 a cuatro mil 312 metros cúbicos por habitante al año, entre 1950 y 2012.
Asimismo, el INEGI, indica que el país se ha dividido en 653 acuíferos, de los cuales 101 están sobreexplotados y proporcionan el 58 por ciento del líquido subterráneo destinado a todos los usos: agrícolas, de abastecimiento e industrial.
“Debido a la sobreexplotación, la reserva de agua subterránea está disminuyendo a un ritmo cercano a seis kilómetros cúbicos por año. La infraestructura hidráulica del país está constituida por cuatro mil presas, 667 clasificadas como grandes embalses”, indica el estudio del Cesem.
Urgen programas de captación
Asimismo, el Cesem sostiene que el agua potable en México es parte de los problemas pendientes en la agenda social, y según el INEGI, al menos 15 millones de personas carecían de agua potable en el 2000 y en el 2005, y todavía 11 millones carecían del servicio.
Esto repercute principalmente en el sureste del país, en estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Veracruz, donde entre el 30 y 40 por ciento de las viviendas, la distribución del líquido es de baja calidad, y el 16 por ciento de las agua domiciliarias incumplen con los niveles mínimos de potabilidad.
Aunado a ello, el servicio es deficiente e irregular, y está sujeto a irrupciones que afectan al 55 por ciento de los hogares, mientras el 35 por ciento se pierde por fugas.
Ni cayendo del cielo
El Cesem indica que el 50 por ciento del agua de lluvia cae principalmente en los estados del sureste como Chiapas, Tabasco y Oaxaca, que pueden llenar un estanque con una altura de tres metros por cada precipitación pluvial, mientras que el norte la situación es crítica, debido a la escasez de este fenómeno.
Sin embargo, y a pesar de que las lluvias en la entidad han sido constantes durante los meses de mayo y junio, no existen los suficientes proyectos y políticas públicas para su retención, advirtió, el director del INSO.
Al respecto, Lorenzo Gutiérrez, consideró necesaria la ejecución de proyectos que ayuden a recargar los mantos acuíferos “no sólo hay que buscar proyectos que no cuentan con la factibilidad suficiente como el Paso Ancho”.
Carina García
Vía Viral Noticias