Comunicado
12:45 El cáncer cérvico-uterino (CACU), es la primera causa de muerte en las oaxaqueñas mayores de 25 a 65 años, por ello, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) han puesto énfasis en la prevención, detección y tratamiento de la enfermedad.
Durante el presente año la institución ha realizado 10 mil 251 pruebas del Virus del Papiloma Humano (VPH), y 18 mil 197 citologías cervicales (Papanicolaou), para detectar oportunamente la presencia de esta enfermedad asintomática.
Así lo dio a conocer la titular de los SSO, Sofía León Silva quien informó que de las pruebas realizadas de VPH, 889 resultaron positivas, mientras que 640 fueron positivas a algún grado de lesión precursora de neoplasia en el cérvix por papanicolaou.
Afirmó que las pacientes fueron referidas a los hospitales General “Doctor Aurelio Valdivieso, Regional de Alta Especialidad de Oaxaca y al centro de Oncología, donde reciben atención sin costo alguno, mediante el Fondo de Gastos Catastróficos del Seguro Popular.
“El cáncer cérvico-uterino es el padecimiento que más muertes de mujeres ocasiona en el mundo y muchas de ellas son jóvenes en edad reproductiva, y es que no discrimina edad, clase social, o raza, incluso se han presentado casos desde los 15 años y se presenta con mayor frecuencia en mujeres mayores de 45 años y después de la menopausia”, afirmó.
Lamentó que en un 20 por ciento de los casos, las oaxaqueñas no continúan con su tratamiento, por factores socioculturales tales como el machismo, la marginación, la pobreza y el analfabetismo.
Asimismo, precisó que las adultas mayores de 65 años son quienes representan el mayor porcentaje de fallecimientos a causa del cáncer cérvico-uterino, ya que dejan su salud en segundo plano.
León Silva, explicó que otros factores de riesgo comunes, en la entidad, son: el inicio de una vida sexual antes de los 18 años de edad, tener múltiples parejas sexuales, mujeres multíparas (que tienen más de tres embarazos), obesidad, tabaquismo y alcoholismo.
Finalmente, reiteró el llamado a todas las mujeres en edad reproductiva y sexualmente activas, para que asistan a las unidades médicas de primer nivel a realizarse la prueba del Papanicolaou, a fin de detectar el cáncer cervico-uterino, recibir tratamiento oportuno y disminuir así la mortalidad en el estado.
