La sentencia fue contundente: “Culpables”. Y al escucharlo, cientos de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se fundieron en un grito de júbilo. “Cárcel, cárcel a los corruptos”, gritaron algunos.
Justo frente a Palacio Nacional, en el Zócalo de la Ciudad de México, en un acto simbólico el magisterio disidente realizó un juicio popular-magisterial contra varios funcionarios de la administración pública federal y de algunos estados, entre ellos el presidente Enrique Peña Nieto, a quienes el juzgado encontró culpables de traición a la patria, crímenes de lesa humanidad, desapariciones forzadas de. personas, enriquecimiento ilícito, represión contra la movilización social e implementación e impulso de 11 reformas estructurales.
Frente a cientos de trabajadores de la eduación, se instaló una audiencia dirigida por dos jueces que fueron los abogados Enrique González Ruíz y Jorge Fernández Souza; donde el “fiscal” dio la voz a varios representantes de víctimas de diferentes hechos suscitados en los últimos años donde se han dado graves violaciones a los derechos humanos.
Atenco, Ayotzinapa, Nochixtlán, la reforma educativa y la “represión” contra el magisterio, entre otros, se sumaron a la lista de acusaciones contra los funcionarios señalados: Enrique Peña Nieto, los ex titulares de las secretarías de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; y de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor y Aurelio Nuño Mayer; el actual secretario de Educación, Otto Granados Roldán; el ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam; el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos; los ex dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales y Juan Díaz de la Torre; el empresario ex líder de Mexicanos Primero, Claudio X. González; los ex mandatarios de Guerrero y Oaxaca, Ángel Aguirre Rivero y Gabino Cué; y el ex procurador de Guerrero, Iñaki Blanco, entre otros.
Durante el juicio popular los asistentes coincidieron en que estos funcionarios “traicionaron” al país y al pueblo mexicano, además que se aprovecharon del poder para vulnerar garantías de la ciudadanía y enriquecerse.
“Muerte, muerte”, gritaban algunos desde abajo del templete en el que se instaló el tribunal. Al final, los dos jueces señalaron que se halló culpables de los delitos señalados a estos personajes y que por tanto merecerían una pena de 120 años de prisión.
Al finalizar la larga audiencia que se prolongó más de dos horas, el dirigente de la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, agrupada en la CNTE, Enrique Enríquez, dijo que el acto representó un juicio popular contra los inculpados como una forma de “no olvidar” el daño que le han hecho al país con su actuar.
El sentir fue unánime: “Sí, ya se van, pero hay que recordarles lo que hicieron. Nos da coraje e impotencia saber que se irán tan tranquilos”.
Fuente: jornada.com