El número de granjas avícolas y porcinas clausuradas en Alemania por alimentar a sus animales con piensos contaminados con dioxinas se elevó a más de 4 mil 700, informaron fuentes del Ministerio federal de Agricultura.
Las fuentes destacaron que en la mayoría de los casos se trata de granjas porcinas, a las que se ha prohibido sacrificar a sus animales y comercializar su carne hasta que se certifique que su consumo resulta absolutamente inocuo.
La gran mayoría de las granjas, 4 mil 468 del total, se ubica en el norteño estado federado de Baja Sajonia, que adquirieron piensos contaminados originalmente por el fabricante Harles & Jentzsch, el cual utilizó presumiblemente aceites industriales no destinados al consumo animal o humano.
El Ministerio de Agricultura del septentrional estado de Schleswig Holstein detalló los resultados de los análisis adelantados ayer y afirmó que las grasas utilizadas por esta empresa para fabricar pienso tenían en nueve de cada diez casos una proporción de hasta 78 veces el nivel permitido.
El Ministerio de Agricultura local aseguró que los productos de Harles & Jentzsch contenían desde marzo de 2010 elevadas proporciones de dioxina, aunque la empresa no hizo públicos los análisis.
Mientras tanto, el presidente de la federación alemana de Agricultores y Ganaderos, Gerd Sonnleitner, cifró entre 40 y 60 millones de euros las pérdidas semanales de los ganaderos afectados por el cierre de sus factorías.
En declaraciones publicadas en el rotativo Neuen Osnabrücker Zeitung, Sonnleitner exige que los 25 fabricantes de piensos contaminados con dioxinas responsables del escándalo indemnicen a los ganaderos afectados.
La caída en las ventas de productos avícolas y procedentes del cerdo aún no han beneficiado a los productores ecológicos del país, señaló el portavoz de la Asociación Bioland, Gerald Wehde.
Wehde, quien dijo que no tiene cifras, aseguró sin embargo: “supuestamente nos beneficiará, pero en pequeñas proporciones”.
Las 21 mil explotaciones animales biológicas tienen hasta el momento una cuota de mercado en conjunto de 3.6 por ciento, lo que se eleva en el caso de la producción de huevos hasta un 6 por ciento.
Pese a que el Ejecutivo alemán insiste en que aún no está clara la procedencia de la contaminación, hasta el momento se han localizado en el país 150 mil toneladas de estos productos contaminados y destinados a la alimentación de cerdos y aves.