El político más reconocido y más popular es aquel que se distinga como el más corrupto y más sinvergüenza, no hay duda.
La política es la profesión que goza de la peor reputación. Aun así, muchos aspiran a enlodarse en ella.
Seguramente, el que se mete a participar en esos grupos, lo hace porque tiene preparada a su familia, pues sabe que en cualquier momento sus hijos pueden ser señalados y hasta agredidos por la actividad del padre.
Los hijos siempre son el blanco de todos para restregarles en la cara que su padre es corrupto, flojo, mentiroso, incumplido, deshonesto, ratero y muchos otros adjetivos que pudieron haberse ganado a pulso.
No dudo que haya políticos, hombres y mujeres, que llevan una vida impecable y cumplen con su trabajo de manera completa e íntegra, pero son los menos.
Lo curioso del asunto es que a pesar de la mala fama que tiene esta actividad, muchos la anhelan. Es más, con tal de llegar a ocupar un cargo hay historias de muertes y traiciones.
Este lunes iniciaron las comparecencias de los funcionarios de gobierno de Oaxaca, ante la 63 Legislatura local como parte de la glosa del sexto y último informe de Gabino Cué Monteagudo, quien dejará la gubernatura el primero de diciembre. Prácticamente se va sólo porque la mayoría de los titulares que iniciaron con él su mandato, lo abandonaron.
En las 6 comparecencias ha sido lo mismo: se les ha acusado a todos de corrupción, malversación de recursos millonarios, adeudos a proveedores, opacidad, incumplimiento en las promesas de gobierno, etcétera.
Al Secretario de Salud, Héctor González Hernández, quien desconoce el tema de medicina porque es ingeniero, le tocó comparecer ayer, mientras los integrantes de la Sección 35 del Sindicato nacional de los trabajadores de salud (SNTSA), acordonaron los accesos al Congreso por las deudas que esta secretaría tiene con los trabajadores de salud en materia de uniformes y pago de terceros institucionales y no institucionales.
Este Secretario, nunca habló de las muertes maternas en Oaxaca ni de la desnutrición ni de los partos en calles y banquetas de los centros de salud ni de la falta de medicamentos…
Tampoco habló del dinero que se robó el anterior secretario de Salud Germán Tenorio Vasconcelos. Nada de eso, por eso la diputada Leslie Zavaleta, del PAN, le dijo que su partido no será tapadera de nadie, pues es evidente la crisis del Sector Salud por el enriquecimiento de sus funcionarios.
Es más, la diputada Hilda Pérez Luis, de Morena, dijo en tribuna que el exsecretario de Salud, Germán Tenorio, “se refunda en el infierno” por haberse llevado los recursos de los oaxaqueños.
A esas alturas, a fin de sexenio, ¿a qué político le puede lastimar que le griten cualquier cosa, cuando sus bolsas están llenas de dinero del pueblo?
Y es cierto, la gente quiere llegar al poder principalmente por el dinero, y también por la protección, lo que significa que puede hacer lo que se le antoje sin rendirle cuentas a nadie.
Después de la comparecencia, el secretario de salud atravesó el patio para salir por la puerta de atrás de los edificios, mientras los trabajadores, desde lejos, le chiflaban y le mentaban la madre.
Después de ese desahogo, levantaron sus casas de campaña y se fueron. Mientras el secretario se fue feliz por haber puesto su cara, en lugar de quien se llevó todo el dinero a costa de las miles de personas que mueren por enfermedad.
Lo que son los políticos, ¿verdad?
Twitter:@horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx