Cinco consideraciones para el nuevo PRI

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Con interés, hemos observado diversas declaraciones de algunos militantes del Partido Revolucionario Institucional sobre la dirigencia actual. Nos llaman la atención por el trasfondo, pero, sobre todo, por la falta de propuestas para construir el partido al que los priistas oaxaqueños aspiran.

En los recorridos por nuestros municipios, hemos recogido una permanente inquietud porque el PRI se convierta en un partido de oposición crítico, pero propositivo. Los oaxaqueños quieren construir una sociedad más integrada; con seguridad para sus familias, tanto social como física; requieren ingresos que les permitan una vida digna; respeto a sus culturas y tradiciones; quieren que se les escuche y buscan más participación en las acciones de gobierno; desean ser generadores de riqueza y no simples receptores de dádivas y asistencia social. Buscan una sociedad más democrática, más participativa, plural y responsable.

Encauzar esas aspiraciones debe ser la meta de cualquier partido político, mucho más el PRI que reclama la herencia de las grandes luchas por construir a México. En Oaxaca, nuestra ruta debe ser la construcción de un modelo de desarrollo que haga participe a todos nuestros ciudadanos de los beneficios del crecimiento. El desarrollo no es para unos cuantos, mucho menos sólo para quienes más tienen. Ésa es nuestra principal crítica a este gobierno, porque no le vemos verdaderos deseos de servir a los oaxaqueños. También es nuestra preocupación con la inconformidad de algunos de nuestros compañeros de partido.

Por eso planteamos cinco grandes consideraciones sobre el nuevo PRI que necesitamos construir, si tenemos como objetivo recuperar el control del Estado oaxaqueño.

Primero. Nuestra lucha deber ser por Oaxaca y por el mejor bienestar de los oaxaqueños.

Segundo. Ningún priista es nuestro adversario. Nuestros contrarios se encuentran hoy en el gobierno estatal.

Tercero. La recuperación del poder pasa por establecer un nuevo proceso de desarrollo para Oaxaca, donde el progreso se refleje en los bolsillos de la gente y en más bienestar para las familias oaxaqueñas.

Cuarto. Para recuperar el gobierno, requerimos un partido al servicio de la gente, que defienda los legítimos intereses de los sectores populares y encabece las luchas en defensa de la justicia social y la equidad económica.

Quinto. Un partido que impulse una amplia participación popular, debe promover su democracia interna y tener un proyecto alternativo de gobierno; requiere tener una dirigencia con visión democrática, pensamiento crítico y una propuesta organizativa para encauzar las demandas de los oaxaqueños.

Nuestro reto es conformar un partido que el próximo año recupere la presidencia de la república y sea mayoría en el congreso federal. No es con la lucha interna como alcanzaremos el triunfo, tampoco con la sumisión. Requerimos construir un proyecto de nación, que contemple las especificidades oaxaqueñas. Necesitamos consolidar el voto priista y la organización electoral, para garantizar su respeto en la próxima contienda federal. Requerimos unidad y un limpio proceso de selección de candidatos a los cargos de elección popular.

Esos son nuestros retos y la esperanza de los oaxaqueños. Así construiremos el triunfo electoral el próximo año, y la recuperación de los ayuntamientos y la Cámara local en 2013. Ésa es nuestra convocatoria.