Luego que se diera a conocer en varias televisoras a nivel nacional, el maltrato a niños del Centro de Desarrollo Infantil (CENDI) ”Espirales”, por el presunto maltrato a menores de edad, por parte de personal docente, este miércoles se dio a conocer que dicho lugar quedó “asegurado” y a disposición de una investigación.
El caso fue revelado este martes en varias televisoras nacionales, por parte de un grupo de padres de familia que mostró un video, -grabado por otra profesora del mismo plantel-, donde se revelaba que los niños eran atados a sillas de plástico y sometidos a acciones inhumanas.
Dicho Cendi “Espirales”, ubicado sobre la calle de Amapolas en la Colonia Reforma, fue asegurado apenas la mañana de este miércoles por parte de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), tras una petición de la subprocuradora para Delitos Contra la Mujer por Razón de Género, Iliana Hernández Gómez, tras presiones de los propios padres de familia.
A pesar que en su declaración pública Iliana Hernández Gómez, no dio a conocer el nombre de quien “filtro” ducho video, expuso que era mentira que hubiera exigido más pruebas para poder proceder conforme a derecho y se excusó que dichas prácticas no están tipificadas en el código penal como tal.
Por ello se inició el proceso legal pero por el presunto delito de lesiones y maltrato emocional que radica en el artículo 281 del Código Penal, en contra de la directora y dueña de ”Espirales”, Jovita Moctezuma, con Clave 20PDIOO26K del IEEPO, por lo que de acuerdo al procedimiento se requieren más pruebas.
Sin embargo, padres de familia al menos 5, que viven la colonia Reforma y que por necesidad tuvieron que dejar a sus hijos en ese Cendi, relataron que efectivamente los niños eran entregados “orinados” y sin comer, a tal grado de afectación emocional que ya no querían regresar a ese lugar, lo que habla de una afectación sicológica total.
Los mismos padres que ahora sus menores acuden a otra institución, solicitaron que no quede impune la agresión a esos menores, pero también exigieron a las autoridades un reglamento y sobre todo una comisión plural para revisar muchos centros que operan en la ciudad y que no se sabe como atienden a sus menores de edad.