Al menos 22 guerrilleros y ocho militares murieron durante el pasado fin de semana en acciones y combates de las fuerzas de seguridad de Colombia contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellas un bombardeo.
El grupo insurgente sufrió ocho bajas el sábado y 14 más el lunes, cuando la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) atacó la base de los rebeldes ubicada en la selva cercana a la frontera con Ecuador.
“En materia de seguridad continuaremos, no vamos a bajar la guardia y podemos mostrarle al país buenos resultados”, expresó el presidente Juan Manuel Santos en una rueda de prensa convocada en Bogotá con motivo de sus primeros 100 días al frente del Gobierno.
Santos recordó que antes de lo ocurrido el fin de semana, las Fuerzas Militares propinaron a las FARC otros golpes, como la histórica muerte del líder Víctor Julio Suárez Rojas, conocido como el “Mono Jojoy”.
También evocó el éxito de los operativos militares de rescate Jaque (en 2008) y Camaleón (2010), con los que quedaron en libertad 19 rehenes.
“Hemos operado con éxito durante las últimas semanas en el Sur del país”, subrayó en la misma comparecencia el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera.
En su informe sobre los hechos presentado el lunes pasado, el Ejército Nacional había indicado que “fueron capturados heridos dos integrantes de la organización, entre ellos un menor de edad de nacionalidad ecuatoriana”.
Sin embargo, la nacionalidad de este presunto rebelde, de 12 años, fue aclarada más tarde por las autoridades militares tras el hallazgo de una tarjeta de identidad colombiana, que se sumó a un documento de refugiado ecuatoriano que también llevaba.
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