Cualquier miembro de la delincuencia organizada que requiera un teléfono celular para extorsionar, secuestrar, coordinar entregas de droga o cometer cualquier otro ilícito, a lo sumo tiene que invertir 70 pesos para comprar en el comercio informal un chip que le permitirá usar la línea sin que sus datos queden registrados por las autoridades.
La venta de chips telefónicos en el mercado informal cuestiona una vez más, a decir de especialistas, la utilidad del Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut).
Los dispositivos que se ofertan en calles del Centro del DF cuestan 70 pesos y ya cuentan con una inscripción en el Renaut, lo que permite que cualquier persona acceda a una línea sin necesariamente ser responsable de las llamadas realizadas. Además, cuentan con 90 pesos de tiempo aire y 200 diferidos. Si se compran por mayoreo, su precio puede bajar hasta 55 pesos.
The Competitive Intelligence Unit (CIU), firma de consultoría e investigación de mercado en comunicaciones, infraestructura y tecnología, explica que la venta de estos chips se genera entre distribuidores menores.
“Este mercado informal pone al descubierto que el Renaut es un esfuerzo técnicamente demasiado complicado, costoso y mal pensado. No ha tenido ningún impacto real en la seguridad; tampoco cancelaciones de líneas por rechazo en el registro o por haber proporcionado información falsa”, dice Ernesto Piedras, director de CIU.
“Mucho menos existe una historia alegre [de que] gracias al Renaut se previó algún delito”, agrega.
Actualmente, según datos de los operadores de telefonía móvil, existen 88 millones 336 mil líneas activas: 62 millones 440 mil pertenecen a Telcel, 18 millones 761 mil a Movistar, 3 millones 823 mil a Iusacell-Unefón, 3 millones 271 mil a Nextel y a Maxcom, 41 mil.
Los chips que se venden con registro forman parte de esos números. “Esto abre la posibilidad a que el crimen organizado menor o mayor utilice estas líneas para cometer cualquier delito”, dice Enrique Tapia, especialista en seguridad de la empresa Altair Consultores en Protección.
“El Renaut es un mecanismo que concentra la información actualizada de los usuarios de la telefonía móvil con el objeto de coadyuvar en la prevención, investigación y persecución de delitos como el secuestro y la extorsión, en los que frecuentemente se utilizan teléfonos móviles”, dice la Secretaría de Gobernación (Segob) en su sitio de internet.
El principio del Renaut, recuerda Tapia, se basaba en proporcionar seguridad a la población; “hoy se ha comprobado que deja al descubierto vulnerabilidades que pueden ser aprovechadas por los delincuentes”.
Como encargada de este proceso, se pidió información a Segob para saber los detalles de seguridad y funcionamiento que se han tenido en el Renaut, pero el área de Comunicación Social aseguró que la vocería correspondía a la Comisión Federal de Telecomunicaciones. Ésta respondió que Segob contaba con cualquier tipo de información respecto al Renaut.
Se buscó también una respuesta de Telcel acerca del camino que estos dispositivos siguen hasta llegar a su venta informal. Tampoco hubo respuesta.
Por disposición oficial, el 10 de abril de 2010 venció el plazo para que los usuarios de telefonía móvil registraran sus líneas. Telcel obtuvo un amparo que ha permitido que personas sin registro usen sus celulares sin penalización alguna.
Las vulnerabilidades del Renaut fueron visibles desde los primeros meses. Aparecieron registros falsos o a nombre de personalidades como el presidente Felipe Calderón. A mediados de 2010, la Comisión Federal de Telecomunicaciones informó que entre 10 mil y 50 mil registros eran apócrifos.
La compra sin control de los chips puede hacerse casi en cualquier puesto, y la persona que lo adquiere se puede dar cuenta de que el chip estaba registrado con otra Clave Única de Registro de Población (CURP) cuando coloca el dispositivo adquirido en su teléfono.
EL UNIVERSAL compró dos chips: uno ya estaba registrado desde diciembre pasado. Al colocarlo, de inmediato el usuario recibió un mensaje de texto que señalaba la CURP bajo la cual había sido registrada esa línea.
Al hacer una búsqueda en la página web del Renaut para saber cuántos números han sido registrados con esa CURP, se indicaba que ese registro había sido usado de manera incorrecta.
La compra es fácil y no se tiene que cumplir el requisito de ley que obligaba a los concesionarios a llevar un registro y control de sus usuarios, que incluyera la modalidad de la contratación, nombre completo, domicilio y nacionalidad, los datos contenidos en la identificación oficial del usuario, comprobante de domicilio y huella dactilar.
De acuerdo con CIU, se han reportado robos de embarques de chips ya operables, y solo 9% de los hurtados y perdidos se reciclan. Este porcentaje es mucho menor frente a las acciones que realizan distribuidores menores para facilitar la venta a bajo precio y sin requisitos que controlen la identidad del dueño de la línea de prepago, como sí se puede hacer en la de pospago, pues se liquida vía tarjeta de crédito.
José Carlos Méndez Berlín, director en Investigación de CIU, dice que el objetivo de ventas promueve este tipo de mercado informal, debido a que a un mayor número de líneas activadas la comisión para el vendedor es mayor.
El Universal