La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile lanzó una campaña para enviar a la zona alimentos no perecibles, frazadas, herramientas y útiles de aseo personal.
Igual ejemplo siguieron las federaciones estudiantiles de las universidades Católica y de Santiago, las cuales anunciaron que funcionarán como centros de acopio.
Por su parte, la presidenta de la Cruz Roja Chilena, Lorenza Donoso, informó la apertura de una cuenta corriente en un banco para recaudar fondos.
El objetivo es que “los ciudadanos hagan sus aportes en dinero, tanto en Chile como en el extranjero” con el objetivo de ayudar a los damnificados, comentó.
Donoso destacó que esa institución mantiene un monitoreo permanente, a través de todas sus filiales y personal especializado, para evaluar los daños de la catástrofe natural y poner a disposición de los afectados los recursos humanitarios necesarios.
Una campaña similar comenzó Caritas Chile, perteneciente a la Conferencia Episcopal.
Por su parte, la Fuerza Aérea de Chile envió al norte del país cuatro aviones, dos Hercules C-130 y dos KC-135, con dos mil 500 colchones, cinco mil frazadas, alimentos, dos mil 500 bidones de agua de cinco litros, pañales y kits de aseos.
Por su parte, el alcalde de la ciudad de Hualpén, Miguel Rivera, también inició una campaña para recolectar productos de primera necesidad en ayuda de Alto Hospicio, una de las localidades más afectadas por el sismo.
El martes en la noche un terremoto de 8,2 grados en la escala abierta de Richter sacudió el norte de Chile, con un saldó de seis muertos e importantes daños materiales, y causó más de 80 réplicas.
Casi 24 horas después, otro temblor de 7,6 grados afectó la región y dejó, hasta el momento, más de 50 réplicas.
PL
