Los chilenos están de luto. El gobierno confirmó anoche que no hay sobrevivientes entre los 21 ocupantes del avión militar que se estrelló el viernes en el archipiélago Juan Fernández.
Hasta el momento, se han recuperado cuatro cadáveres —dos mujeres y dos hombres—, trasladados a Santiago, la capital, para su identificación. También se encontraron algunos restos del fuselaje. “Tras la búsqueda en que participamos con el comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (general Jorge Rojas), uno llega a la conclusión de que el impacto fue de tal magnitud que debió producir la muerte instantánea de todas las personas que se encontraban en el avión”, informó desde Juan Hernández el ministro de Defensa, Andrés Allamand, cuyo cuñado,Felipe Cubillas, viajaba en el avión militar siniestrado, un CASA 212.
Buques de la Armada chilena, aviones de la Fuerza Aérea y embarcaciones de los isleños participan en la búsqueda de las víctimas, en aguas del Océano Pacífico, en la zona donde el vuelo se perdió de los radares, tras intentar aterrizar en el aeródromo de Juan Fernández, la tarde del viernes.
Escenas de dolor y esperanza se reproducían ayer a lo largo y ancho de Chile. Una multitudinaria vigilia se lleva acabo desde la misma noche del viernes frente a las instalaciones de la Cadena pública de Televisión, TV Nacional, ya que un equipo de cinco personas, con el popular conductor Felipe Camiroaga a la cabeza, permanece desaparecido.
Incluso antes de que se confirmara que todos los pasajeros murieron, el presidente Sebastián Piñera se mostró desanimado. Tras calificar el accidente de “extraordinariamente grave, ya que toca el corazón de todos los chilenos”, reconoció que “sin que perdamos la esperanza y la fe, no hay que generar falsas expectativas. El pronóstico no es muy favorable”.
En la puerta de TV Nacional, el canto era uno solo. “Felipe, Felipe”, en referencia al popular Camiroaga, uno de los rostros más populares de la TV en Chile, quien viajaba a la isla Juan Fernández, uno de sus lugares favoritos, para realizar un reportaje sobre las obras de reparación de los daños causados por el tsunami del año pasado.
Con el viento en contra
El avión en el que viajaba el equipo periodístico y varios empresarios fue declarado desaparecido la tarde del viernes, luego de que intentó aterrizar en dos ocasiones, infructuosamente, en una pista que termina en un acantilado. En su tercer intento, el aparato se perdió detrás de unos cerros, y no volvió a reportarse con la torre de control. El archipiélago es considerado de difícil maniobrabilidad debido a los vientos que suelen soplar en la zona.
“Realizó un primer sobrevuelo y luego intentó aterrizar, pero el viento lo forzó hacia el lado derecho. Después se elevó en una maniobra que yo pensé que era para intentar el aterrizaje, pero el avión se perdió”, explicó Felipe Paredes, jefe de la torre de control de Juan Fernández.
Gobiernos de distintas partes del mundo expresaron su solidaridad con los familiares de las víctimas. En México, la Cancillería emitió un comunicado para expresar su “mensaje de pesar a los familiares de las posibles víctimas en estos difíciles momentos de zozobra”.
En un comunicado, el papa Benedicto XVI pidió “serenidad” para los familiares de las víctimas.
El archipiélago Juan Fernández está formado por tres pequeñas islas: Robinson Crusoe —la única poblada—, Alejandro Selkirk y Santa Clara.
El primer efecto de esta tragedia ha sido el anuncio de la fundación Salvador Allende de que suspende el funeral del derrocado presidente socialista, previsto para hoy, domingo. Se trata del tercer funeral de Allende, cuyos restos fueron exhumados en mayo para confirmar la causa de su deceso, ocurrido en 1973.
En su reunión con los estudiantes, ayer, Piñera pidió guardar un minuto de silencio por las víctimas.
Agencias