El martes 24 de agosto más o menos a medio día, el mundo entero se cimbró, pues se dio a conocer la muerte del legendario Charlie Watts, miembro original de “The Rolling Stones” a la edad de 80 años. Reconocido como uno de los mejores bateristas de su generación y yo me atrevería a decir que de todos los tiempos; el triste acontecimiento sirvió además, para que artistas y personalidades de varias generaciones le dedicaran una despedida en sus cuentas de redes sociales: desde Elton John; sus compañeros de banda; Liam Gallager, ex integrante de “Oasis”; el canadiense Bryan Adams; Lars Ulrch de “Metallica”; hasta los también legendarios Ringo Starr y Paul McCartney por mencionar a algunos.
Repasar la trayectoria de Watts ya está demás, pues en cuanto se dio a conocer la noticia, un sinnúmero de homenajes y semblanzas inundaron los medios de comunicación y las redes sociales reconociendo que, un grande no solo de la música, sino de la cultura pop había partido. Aquél quien en una de las tantas peleas de “The Rolling Stones” donde se discutía su separación hace quizá treinta años en un hotel, Mick Jagger le gritó a Watts que él no se podía ir porque “¡tú eres mi baterista!” sentenció; se dice que esa vez, Watts se retiró sin decir palabra alguna, tal y como su personalidad discreta y distinguida lo ameritaba; más tarde, Watts tocó la puerta de la habitación de Jagger y le recriminó en tono severo: “¡A mí, no me vuelves a gritar porque yo no soy tu baterista; en todo caso, tú eres mi vocalista!” le dijo y se fue.
Amante del jazz, Watts siempre fue fiel a ese estilo y lo imprimió a “The Rolling Stones” creando ese sonido característico que siempre los identificaron, sin estridencias ni los grandes solos de batería, Watts llevó a otro nivel la música de los “Stones” que no dejaba de ser irreverente y atrevida, pero con ese toque artístico y elegante que la batería en conjunto con la personalidad de Watts hicieron el sello en las creaciones que tomaban una cualidad incomparable con la personalidad y talento de Mick Jagger, la insolencia y maestría de Keith Richards y el sonido melódico y oscuro de Ronnie Wood. Alguna vez, Richards describió a Watts como la especie de “cuarto de máquinas del grupo”, pues su ‘tempo’ casi perfecto hacía que cada uno estuviera melódicamente en su lugar en prácticamente cualquier ocasión.
La moda fue otra de las grandes pasiones de Charlie Watts a lo largo de su carrera. Era el miembro de “The Rolling Stones” que no parecía ser parte de la banda. Siempre vistiendo de traje y con un estilo señorial, de caballero refinado. Y era tanto el gusto de Watts por el buen vestir que el diario británico “The Daily Telegraph” lo nombró uno de los hombres mejor vestidos de Europa y en 2006, la revista “Vogue” estadounidense, lo incluyó en el “Salón de Celebridades Mejor Vestidos del Mundo”; y eso le valió reconocimiento no solo como músico sino como un verdadero icono del estilo y la moda. Generalmente, los bateristas son relegados a un segundo plano en la mayoría de las agrupaciones, pero ese no fue nunca el caso de Watts, a quien no le agradaban tanto los reflectores como al resto de sus compañeros, pero que su discreción y personalidad distinguida, lo hicieron siempre uno de los grandes señores del rock en el mundo. Y la gente, volteaba a verle. Sin más.
La pérdida de Charlie Watts fue un duro golpe para los “Stones” que habían anunciado que retomarían su gira por los Estados Unidos que habían suspendido por la pandemia y en la que su lugar será ocupado por el multi instrumentista Steve Jordan, que ya de por sí colabora con la banda. Sin duda, el estilo, personalidad, amor por la música y el jazz de Charlie Watts, serán insustituibles, pues aún siendo quien fue y con casi 60 años de carrera sin nunca dejar la banda con la que se hizo famoso, no podemos catalogarlo como un ‘rockstar’ sino como un verdadero artista consagrado. Se fue el gran y legendario Charlie Watts.
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