*Los músicos estallaron un brote de rebelión en el Teatro Macedonio Alcalá. A pesar de estar presentes, se negaron a rendir homenaje a la memoria del inmortal Maestro Chico Toledo.
*De la rebelión los propios músicos culpan al Gestor Administrativo, Gregorio Cortés, al Subdirector, Óscar Pascual; al músico concertino Lucio Solís y al trompetista Inocencio Mena.
La anarquía y la corrupción pudrieron a México. Sus devastadores efectos destruyen al país en general. Se agravan, sin embargo, de manera particular en Oaxaca desde hace medio siglo.
Las presiones y chantajes, cobraron carta de naturalización. Al mismo tiempo, se convirtieron en manidas maniobras que sentaron sus reales. Pusieron contra la pared y de rodillas a la autoridad.
Abrieron la Caja de Pandora y salieron todos los males. Obligan a negociar al gobierno federal, estatal y municipales. Se exigen, poder y dinero, posiciones políticas y carretadas multimillonarias.
Cuando Pandora, cerró la caja, solo quedaba en el fondo Elpis, el espíritu de la esperanza, el único bien que los dioses habían metido en esta. Por ello, la esperanza se pierde y muere al último.
Sin embargo, la esperanza pareciera extinguirse entre los oaxaqueños, cuando nos enteramos que la corrupción pudrió hasta algunos integrantes de la histórica Banda de Música del Estado.
Los músicos estallaron un brote de rebelión en el Teatro Macedonio Alcalá. A pesar de estar presentes, se negaron a rendir homenaje a la memoria del inmortal Maestro Chico Toledo.
A todas luces es una actitud por demás mezquina y majadera durante el acto luctuoso, organizado por el Gobierno del Estado de Oaxaca, a través de la Secretaría de las Culturas y Artes (SECULTA).
Incumplieron el compromiso hecho con Alfonso Martínez, Vocero del Poder Ejecutivo. En forma desatenta desoyeron la petición de Adriana Aguilar y del propio Gobernador Alejandro Murat.
Se trata, en realidad, de un vil chantaje de los integrantes de la Banda de Música. Un grupo de músicos exigen nombramientos laborales a la SECULTA. Pero no es competencia legal de ésta.
Demandan nombramientos de confianza a quienes laboran por contrato, recategorización y homologación de sueldos, aumento en jubilación con el cien por ciento de prestaciones sociales.
Al mismo tiempo, demandan la inclusión de personas con discapacidad, hijos de integrantes de la Banda de Música. Con sensibilidad Adriana Aguilar ha dado respuesta a sus pliegos de demandas.
Después de cinco años de no recibir uniformes este año dotaron a los 65 integrantes varones de un traje sastre consistente en saco, pantalón, camisa, corbata y pañuelo, así como una guayabera.
Las diez damas integrantes de la Banda de Música recibieron por igual una guayabera y un traje sastre consistente en pantalón, saco, blusa y mascada; solicitaron, además, un pantalón negro.
De la rebelión los propios músicos inconformes con la “grilla interna” culpan al Gestor Administrativo, Gregorio Cortés Reyes, y al Subdirector de la Banda, Óscar Pascual Aquino.
Así también, responsabilizan al músico concertino Lucio Solís Delgado y al trompetista Inocencio Mena Amaya, quienes promueven y azuzan a sus compañeros a remover al Director Titular.
Pretextan que éste último no cuenta con capacidad y la calidad interpretativa está en detrimento, pero lo que desean es que vuelva a reinar la anarquía el nepotismo y las prácticas viciosas.
El Director Titular de la Banda de Música, Félix Méndez García, no impuso su autoridad para no comprometerse. Cómodamente sometió a votación la participación en el homenaje a Toledo.
Al fomentar la rebelión, el profesor Méndez cometió un grave error que quizás le cueste la cabeza. Olvidó su obligación de cumplir el compromiso contraído con su patrón, el Gobierno del Estado.
Al culparla de la ausencia de la Banda de Música en el justo y merecido homenaje luctuoso al Maestro Toledo, en el Teatro Macedonio Alcalá, generó ataques de mala fe a Adriana Aguilar.
Se trató, en realidad, de “fuego amigo” por la “grilla aldeana” y las intrigas palaciegas de los malquerientes de la titular de la SECULTA. El supuesto regaño a ésta, de ninguna manera, fue real.
Tampoco hubo amenaza alguna al Director e integrantes de la Banda de Música del Estado. Sí hubo, por supuesto, la exigencia de una explicación satisfactoria a su falta de presentación.
A la petición del Jefe de la Unidad Administrativa de la SECULTA, Manuel Pérez González, el Director de Recursos Humanos, José de Jesús Cisneros Pérez, ha dado puntual respuesta:
“La presente administración debe dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 13 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca; la administración de los recursos humanos y financieros para la observancia de las atribuciones de cada Secretaría, deberá realizarse con base en los principios de austeridad y economía presupuestal; en concordancia el artículo 80 Apartado A, fracción II, del Decreto del Presupuesto de Egresos del Estado de Oaxaca para el Ejercicio Fiscal 2019, no autoriza la creación de plazas en ninguna modalidad de contratación: en relación directa con el artículo 61 fracción XI de la Ley Estatal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria que establece que “las dependencias y entidades deberán sujetarse a la estructura ocupacional o a la plantilla autorizada; es decir, como su solicitud conlleva una afectación al gasto público, por el momento no es posible acceder a su petición, debido al impacto presupuestal que generaría al erario estatal cualquier cambio de modalidad de contratación en el rubro de servicios personales”.
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