Sin duda el pasado pesa y a veces es un lastre demasiado grande; tanto, que cuesta quitárselo de un plumazo, a pesar de tener una gran campaña
Cruz Azul, cuando es líder general de la competencia, nunca ha podido avanzar siquiera a semifinales en torneos cortos. Si esta vez logra romper el yugo y elimina a los universitarios, acabará con otro de los fantasmas a los que se ha enfrentado en el reciente tiempo.
En el Invierno de 1998, con Luis Fernando Tena al frente, los mismos Pumas dieron cuenta de La Máquina.
En el Invierno 2000, Con José Luis Trejo de entrenador, los celestes cayeron ante los Zorros del Atlas.
Y en el Apertura 2006, con Isaac Mizrahi al mando, Guadalajara los echó.
Es hora de decir ¡ya basta, no más!: “Así que manos a la obra”, afirma José de Jesús Corona. “Es hora de dar el próximo paso”.
El portero de La Máquina Cementera fue claro: “Esta es una nueva y gran oportunidad de revertir el pasado. Nuestra mentalidad está enfocada a eso, a no quedarnos a medias. Pero no vale hablar, hay que demostrarlo en el campo de juego. Somos serios, no especularemos”.
Chuy, nacido hace 29 años en Guadajalara, Jalisco, asegura que vive su momento, su mejor torneo desde que se convirtió en profesional: “Nunca en mi vida había aceptado tan pocos goles, pero esto no es sólo por mí, es obra de todo el equipo. Sé que al inicio del torneo hubo muchas críticas para la defensa, pero con base en el trabajo y más atención, las hemos revertido. Hemos madurado, este Cruz Azul sabe muy bien cuáles son sus virtudes y cuáles limitaciones tiene”, aseguró.
Contra Pumas, el exceso de confianza es un lujo que no se pueden dar. “Vamos a salir al campo como si el marcador fuera igualado a cero. No nos sentimos en las semifinales , ni nos sentimos como el gran favorito”.
Es más, los favoritos para el portero son los ocho equipos que están en la Liguilla: “Todos han realizado los méritos suficientes para estar aquí. No podemos subestimarlos, ese sería nuestro mayor error a estas alturas del torneo”.
Pero en Cruz Azul no todo es color de rosa, en la parte alta del equipo, en la delantera, hace falta el gol y Emanuel Villa, acepta que ya es hora para que los cañoneros despierten: “Es evidente que ha bajado nuestra productividad. No podemos depender tanto de jugadas a pelota parada o de tiros de media distancia, hay que empezar a crear oportunidades y concretarlas”, asegura el argentino, quien marcó cinco goles en el torneo regular.
Con el gran campeonato de La Máquina, las baterías de los defensas rivales se enfilan a detener a los atacantes, como Villa o Javier Orozco: “No veo que nos hayan tomado la medida, mejor dicho no todos los delanteros hacen lo que nosotros: aguantar a jugar de espaldas y bajar a defender. Pero no me conformo, soy delantero y vivo del gol, no me preocupa, pero ya me ocupa marcar”.
Coincide con Corona, que en el juego de vuelta ante Pumas, “lo peor es salir con excesos de confianza. Ellos irán a buscar dos goles, nosotros también. Son un equipo muy dinámico, aguerrido, no dan balón por perdido. Fue durísimo vencerlos en la ida, pero lo podemos volver a hacer”.
El Universal