Miles de Lilies, Azucenas y acapulcos engalanan la Catedral Oaxaqueña que está de fiesta, los feligreses se han dado cita para festejar al “Señor del Rayo” como cada 23 de octubre, día en que se conmemora año con año.
Las coronas y arreglos florales representan más que lujo, respeto hacia el “Señor del Rayo” , los feligreses se dirigen a él con devoción en busca de milagros, favores y mandas.
Es muy poco lo que se sabe sobre la venerada imagen del Señor del Rayo “… Cuando en 1538 llegó el primer Obispo a Antequera (en la actualidad Oaxaca), la encontró sin Catedral, unos cuantos sacerdotes y sin lo básico para una evangelización. Inmediatamente escribe a España comunicando al Rey tal situación.
Costumbre fue de la Monarquía Española sentirse colaboradora del culto divino, obsequiando a las provincias de la Nueva España, objetos religiosos, libros de culto, misales e imágenes.
El Rey Carlos V de Alemania, I de España, informado de las carencias en la Villa de Antequera, envía una imagen del Señor Crucificado posiblemente en tres piezas; los brazos separados y el cuerpo sin cruz.
La Nueva España se estaba formando, los barcos que traían los envíos del Viejo Continente, no siempre anclaban en el Puerto de Veracruz, llegaban a donde podían.
La embarcación que traía al Santo Cristo va a dar a lo que actualmente es Coatzacoalcos, Veracruz, el precioso cargamento es entregado a la autoridad para que lo envíe a Antequera; pero se presenta un gran problema, los nativos de esos rumbos probablemente ya cristianizados, al darse cuente del envío, se apoderaron de la imagen sin permitir que llegara a su destino, advirtiendo que si los de Antequera querían a su Cristo que fueran por él, pero que sería inútil porque no se los entregarían.
Esta Imagen es también venerada en un pueblo llamado Otatitlán, Veracruz.
El Emperador Carlos V y Doña Juana fueron informados del robo y resolvieron enviar otro Cristo con la exigencia de ser desembarcado en Veracruz y entregado a las autoridades que debían impedir que hubiera otro plagio, lo que permitió que el obsequio llegara a la Villa de Antequera. Desde entonces, entre 1540 y 1550 Oaxaca tiene la Imagen de Jesús Crucificado.
Trazada la ciudad por Alonso García Bravo, llegó de España Fray Sebastián Ramírez de Fuenleal, señalando el sitio en que se levantaría la Iglesia Catedral, iniciándose su construcción en 1553.
Imaginemos una Catedral que se va haciendo poco a poco, con paredes de adobe y techo de paja o zacate; un jacal muy bien hecho; pero muy peligroso, propicio para un incendio.
Se dice que en una ocasión, durante una tormenta cayó un rayo sobre la techumbre de la incipiente Catedral incendiándose y convirtiendo en ceniza todo lo que estaba en su interior. Milagrosamente la Santa Imagen del Señor, que también se encontraba ahí fue respetada por el fuego quedando intacta; parece que de este incidente nació el nombre del “Señor del Rayo”.
El Señor a través del tiempo ha tenido mucho culto, nunca se encuentra solo, siempre hay personas que lo acompañan y como dato curioso su capilla siempre ha estado abierta, sin rejas que impidan el contemplarlo de cerca.
Sin embargo, cada año crece el número de devotos que encomiendan sus necesidades al “Señor del Rayo”.
Este sábado se lleva a cabo la festividad con celebraciones eucarísticas que han dado inicio desde las 8 de la mañana, seguirán dos celebraciones solemnes en un horario de 12 del día y 7 de la noche, al termino de estas, se efectuará la quema de juegos pirotécnicos.